Entre más de una decena de megaproyectos que fueron impulsados durante la anterior administración figura la refinería del Pacífico, sector de El Aromo, provincia de Manabí. La construcción de esa planta industrial para el procesamiento de crudo solo llegó hasta la etapa de aplanamiento del terreno en el cual se levantaría la mayor refinería del país y tal vez de América Latina.

Hubo una serie de debates y desencuentros en torno al financiamiento. En un principio el mayor inversionista sería Venezuela, incluso estuvo en el lugar el fallecido presidente Hugo Chávez Frías. Sin embargo, nunca comenzaron los trabajos para levantar la planta y, salvo la construcción de un acueducto, la obra fue definitivamente abortada. Muchas ideas pasaron por la mente de algunas autoridades respecto de qué se podía hacer en ese terreno. Un gran parque ecológico, planes de vivienda, etc., eran algunas de las iniciativas.

La semana pasada el Presidente de la República visitó Manabí para constatar el avance de obras de infraestructura relacionadas con la reconstrucción por el terremoto de 2016. Anunció un giro en torno a esta obra que permitirá procesar 300.000 barriles por día de entre 14 y 18 grados de calidad API (American Petroleum Institute). La nueva planta, que producirá combustibles con la norma de calidad Euro 5, tendrá capacidad para exportar derivados de petróleo y superaría a la de Esmeraldas, donde se refina la mayor parte del petróleo que se consume en el país.

El 30 de enero los ministros de Comercio Exterior y de Hidrocarburos presentarán los informes técnico-financieros del proyecto a las empresas extranjeras interesadas. Se anticipó que los países que aspiran adjudicarse la obra son China, Estados Unidos, Inglaterra, Rusia, España y Corea del Sur, bajo la modalidad conocida como BOT (Construcción-Operación-Traspaso) por sus siglas en inglés. Durante la visita, el Presidente se comprometió con la construcción, pero puso en duda que el monto de la inversión oficial sea de $ 1.500 millones, para lo cual se hará otra valoración con alguna entidad internacional que tenga el aval de las Naciones Unidas. (O)