En la década de los ochenta del siglo anterior, muchos deben recordar que en dos de los principales diarios quiteños se publicaban columnas de dos maestros que escudriñaban en lo más profundo de la lengua castellana. Se trataba, en algunos casos, de un verdadero contrapunto de ideas sobre la mejor forma de escribir, como por ejemplo, si la palabra solo se debe escribir sin tilde o con tilde. Sólo, cuando equivalía al adverbio solamente se acentuaba para diferenciarlo del adjetivo solo, sin tilde, que significa sin compañía o en soledad. Años más tarde la Real Academia Española decidiría que nunca más se debería tildar solo.

Esos artículos tenían la virtud de convertirse en una herramienta para el uso de profesores, estudiantes, periodistas, etc. Eran escritos por las mejores plumas de la gramática: Hernán Rodríguez Castelo y Gustavo Alfredo Jácome, ambos fallecidos, el primero en febrero del año pasado y el segundo en el mismo mes de este año. Dos personajes que formaron a varias generaciones en el arte de escribir bien. Jácome falleció el viernes, a la edad de 105 años, de los cuales más de medio siglo los dedicó a educar, escribir ensayos, libros, tratados sobre el idioma; en total, 40 obras en las cuales también abordó el tema indígena.

“De él aprendimos mucho: el respeto por el idioma, el amor por la lectura y la pasión por el país”, manifestó el Presidente de la República en Twitter. El ministro de Cultura, Raúl Pérez Torres, en la misma red manifestó que Jácome recogió la vivencia del indígena de la Sierra y la presentó al mundo con sus silencios y con sus poesías.

Nacido en Otavalo el 12 de octubre de 1912, Gustavo Alfredo Jácome se trasladó a Quito en 1928 para consagrar su vida a estudiar y a educar. También una parte de su vida la dedicó a la poesía y otro tanto a la gramática y, especialmente, a la ortografía.

Como enviado de la Unesco llegó a Paraguay en 1968 para dirigir una masiva campaña de alfabetización. Con siete premios nacionales, miembro de número de la Academia de la Lengua, Gustavo Alfredo Jácome será recordado por varias generaciones como uno de los mayores maestros de las letras nacionales. (O)