Un aroma a pasas, frutas confitadas, higos, canela y chocolate se vuelve frecuente entre octubre y diciembre en el barrio de las calles Gómez Rendón, entre la Octava y la Novena, en el suroeste de Guayaquil.

Como desde hace 26 años, Elkin Solórzano dispone a sus empleados, en su panadería Pan Pancito, la preparación del tradicional pan de pascua, un producto que le ayuda a multiplicar sus ventas, a medida que se acerca la Navidad.

Por estos días expende aproximadamente 100 panes de pascua en una semana, en tres tamaños, pero la cantidad va en ascenso hasta superar los 1.000 semanales en vísperas de la festividad.

Desde hace más de 10 años, la elaboración de estos productos es una costumbre practicada por las panaderías en Guayaquil y en otras ciudades del país.

Isabel Dávila, presidenta (e) de la Federación Nacional de Panificadores (Fenapan), señala que el pan de pascua aumenta un 25% las ventas en las panaderías, desde diciembre a enero y en Guayaquil beneficia a unos 700 panificadores federados.

Solórzano considera que es una temporada que hay que aprovechar, igual que en la época de elaboración de las guaguas y la rosca de reyes.

John Quimí, -quien ha estado vinculado desde hace más de 20 años al negocio del pan, 16 de aquellos al frente de la panadería Buen Sabor ubicada en las calles Lorenzo de Garaicoa y Letamendi- comenzó en la semana pasada a preparar 500 productos con ingredientes básicos como pasas y fruta confitada. Sus panes tienen precios que van desde los $ 0,75 hasta los $ 3.

Además elabora panes de pascua con nueces, almendras o higos, cuando le encargan clientes como una señora que desde hace 16 años llega de Galápagos una semana antes de la Navidad y le compra de 300 a 500 unidades.

Quimí, técnico en pastelería graduado en una escuela local de chef, también expresa su creatividad con la elaboración de galletas con motivos navideños. (I)