Luego del terremoto ocurrido en abril de 2016, los ecuatorianos sintieron la necesidad de defender sus hogares y bienes adquiridos con su trabajo, expresó Cristina Illánez (foto), subgerenta comercial de Tecniseguros.

Vieron la urgencia de contar con un seguro que cubra no solo desastres naturales, sino también diversos siniestros.

El año pasado esta empresa corredora atendió más de 64 millones de reclamos de diferentes sectores productivos, como el petrolero, minero, transporte, seguridad, siniestros por incendios, choques de automóviles, accidentes laborales, robo de mercadería, jineteo, seguros financieros, siniestros e incendios, un seguro de todo riesgo para construcción, para maquinaria pesada, turismo, hospitales, entre otros.

En cuanto a la reposición de dinero por siniestralidad destaca el caso de la Corporación Jabonería Nacional (hoy Unilever) que sufrió en 1998. Un incendio de grandes proporciones que se inició en las bodegas ubicadas en la vía a Daule y que fue catalogado como uno de los más grandes sucedidos en el país por los daños ocasionados.

“Nuestra empresa gestionó a favor del cliente una indemnización de $ 15,5 millones, una cifra que se canceló en un tiempo récord a nivel de Latinoamérica en cuatro meses”, dijo.

En 2016 hubo mayor siniestralidad en transporte por choques, accidentes de tránsito, por robo y asalto en las carreteras a los camiones y las empresas invirtieron en seguridad armada y en mecanismos satelitales. (I)