El principal de la Cámara de Industrias de Guayaquil (CIG)y del Comité Empresarial Ecuatoriano (CEE) considera que el borrador de proyecto de Código Laboral, anunciado ayer, merece un debate profundo por lo importante que es para el país.

¿Cómo titular del Comité Empresarial, cuál ha sido la participación de su sector en el desarrollo del borrador del nuevo Código Laboral?

Nos hemos reunido con el ministro Carlos Marx Carrasco para conversar de muchas cosas y llegar a un consenso entre los sectores que hacen la relación laboral.

Tuvimos un foro en la Cámara de Industrias como preámbulo a una discusión profunda y a una mesa de diálogo permanente, porque no queremos estar “sacándonos los ojos” si llega a la Asamblea un documento con el que nadie está de acuerdo.

Cuando el proyecto de ley se presente ya debe estar consensuado.

¿Y de qué se ha conversado con él?

Le hemos dicho incluso que el Ministerio debería llamarse de Trabajo y no de Relaciones Laborales, porque existe trabajo bajo relación y sin ella.

Por eso el Código debe ser de trabajo, sin que importe cualquiera de las dos situaciones. Son conceptos profundos que hay que verlos con tiempo y serenidad.

¿Qué temas le parecen importantes para debatir?

Por ejemplo, uno de los temas que se puso sobre la mesa para llevar al debate fue el de la importancia de sacar a los ciudadanos del sector informal y trasladarlos al formal. La gente que vende en la calle, cómo podemos formalizarla dentro del nuevo Código Laboral, esto es justamente parte del debate que tendremos.

Otro tema es la inserción laboral de la mujer y de la gente con discapacidad.

Existe una ley para estas personas, pero siempre y cuando se pueda encontrar a la gente, porque se exige un número determinado de personas y no siempre está disponible.

También hablamos de la primera experiencia laboral y cómo podemos facilitar la inserción de esos jóvenes que se gradúan en las universidades y en las escuelas técnicas, sin que conlleve tanto papeleo.

¿Cuál es el principal problema de los jóvenes?

El problema es que la juventud no tiene experiencia y contratar a una persona inexperta conlleva un riesgo mayor para la empresa.

Creo que dentro del Código debería haber un apartado con condiciones muy particulares que no me atrevería a adelantar porque deben ser materia de debate, cuyo objetivo sea insertar a los jóvenes para que no estén delinquiendo en las calles.

¿Temas sensibles?

El derecho a la huelga es uno de ellos, lo que implica, quién paga y quién es el responsable. Porque no puede ser que mientras los empleados están en huelga el empleador siga pagando, pues eso no trae el diálogo en busca de solución.

El pago debería correr por cuenta de los sindicatos, para eso son los fondos especiales de las centrales sindicales y eso hace que el sindicato presione al trabajador para llegar a un acuerdo. La empresa tampoco puede estar parada porque pierde dinero.

¿Cómo es la relación del sector empleador con el trabajador?

Nosotros como comité empresarial tenemos una relación muy buena. Hemos participado en foros con los trabajadores y sindicatos para que se acabe esto de que entre ambos existe una pugna.

Hay que entender que no hay empleo sostenible sin empresas sostenibles, y en eso debemos trabajar, porque entendiendo estos conceptos en su esencia se pueden llevar a debates muy profundos. Pero creo que tenemos tiempo hasta septiembre.