Apenas hace una semana, el precio del barril de crudo West Texas Intermediate (WTI) superó los $ 50,44. Esta cotización se refería a los “futuros” de petróleo para noviembre, es decir, a contratos cuyos precios están influidos por la búsqueda de rentas especulativas.

La cotización del WTI aumentó desde el 28 de septiembre cuando la Organización de Países Exportadores de Petróleo (OPEP) anunció que reduciría la producción desde 33,24 millones de barriles por día (mbp) hasta un volumen comprendido entre 32,5 y 33 mbp.

El precio del crudo subió más después de que el presidente de Rusia, Vladimir Putin, indicó que apoyaría los esfuerzos por reducir la producción mundial, una promesa que generó dudas inmediatas.

“La reunión informal entre varios miembros de la OPEP y Moscú solo desembocó en una invitación para que Rusia se una a la próxima reunión técnica a finales de octubre (…) los operadores de los mercados   examinaron la retórica de las autoridades de los principales países productores. El término ‘congelamiento’ usado por Putin el miércoles, después de que habló de ‘reducción’ el lunes, fue interpretado como una mala señal”, reportó la agencia AFP.

Al margen de lo anterior, la reversión coyuntural de la tendencia al alza del precio comenzó después de que la OPEP presentó su informe de producción. Según la Agencia Internacional de Energía, en septiembre, los países del cartel en lugar de disminuir su producción, la ampliaron a 33,64 mbp, presionando así los precios a la baja.

“La creciente producción de los países de la OPEP hace más difícil el recorte global”, señaló MarketWatch, una publicación especializada que agregó que Libia, Irán y Nigeria planean aumentar sus volúmenes de producción.

No obstante, el actual precio del petróleo no podría prolongarse por mucho tiempo más. Ayer, en la negociación de los futuros de petróleo para el 24 de diciembre, el precio del crudo WTI llegó a $ 59,21, según datos del CME Group. (I)