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El meer investiga las causas de los cortes eléctricos presentados días atrás

El país contará con una capacidad de 8.569 MW

El país contará con una capacidad de 8.569 MW
Foto: El Telégrafo
22 de octubre de 2016 - 00:00 - Redacción Economía

Los cortes de energía eléctrica, suscitados la tarde del jueves en varias ciudades del país, no estarían ligados con la incorporación de dos nuevas turbinas de la central hidroeléctrica Coca Codo Sinclair (CCS), que actualmente genera 1.113 MW con 6 turbinas en operación.

Esa es la apreciación de Andrés Oquendo, presidente de Ingenieros Eléctricos y Electrónicos de Pichincha (Cieepi), quien reiteró que el corte generado el jueves fue “un problema transitorio”, tal como lo advirtió el Ministerio de Electricidad y Energía Renovable (MEER).

Dado que las causas del incidente están todavía en proceso de investigación, Oquendo explicó que, en caso de determinarse alguna influencia de  la central CCS, posiblemente se debería a la “calibración” del ingreso de fluido producido por la hidroeléctrica en el Sistema Nacional Interconectado (SNI).  

Según el MEER, la situación se presentó en la línea de transmisión de 230.000 voltios que conecta las subestaciones Santa Rosa, ubicada al sur de Quito, con la Santo Domingo, localizada en la provincia de Santo Domingo de los Tsáchilas.

Al tratarse de un evento fortuito, el experto descartó que el país vuelva a soportar apagones programados por falta de generación eléctrica, como ocurría en la década de 1990, cuando la gravedad de la situación obligó a la población a adaptarse a nuevos horarios en lo que se conoció como ‘la hora sixtina’, una medida decretada por el entonces presidente de la República, Sixto Durán Ballén.

Según explicó Oquendo, una de las razones por las cuales se producían los cortes eléctricos era la falta de planificación operativa. Dado que las termoeléctricas estaban localizadas en una misma cuenca hídrica, en temporadas poco lluviosas, las centrales quedaban desabastecidas al mismo tiempo. Aquello no ocurre ahora.

La generación hidroeléctrica llegará al 90% el próximo año

La ubicación estratégica de las 8 centrales hidroeléctricas permite que cuando una instalación no cuente con agua suficiente, las otras sirvan de balance, evitando inconvenientes en el despacho de energía.

Entre 2006 y 2015, la capacidad instalada en generación eléctrica  pasó de 4.070 MW a 6.010 MW, es decir, existió un incremento de 1.940 MW. Con la operación plena de las 8 centrales hidroeléctricas, esa capacidad aumentará a 8.569 MW en 2017, según la rendición de cuentas del 2015 del MEER.

De acuerdo a la Agenda Nacional de Energía 2016-2040, en 2006, la generación de energía dentro del SNI estaba compuesta por un 46% de fuentes térmicas, 53% hídricas,  y 1% de fuentes renovables no convencionales. Al 2017, la generación hidroeléctrica alcanzará el 90%, reduciendo al 8% a las termoeléctricas y al 2% a la no convencional.

La exportación de energía está basada en ventajas comparativas

El salto cuantitativo experimentado en el sector eléctrico ecuatoriano no significa que exista energía en “exceso” u “ociosa”. Oquendo enfatizó que eso no es concebible porque “mientras más energía tengamos, más intentaremos ocuparla”. Para  ese efecto, se promueven programas para el uso de cocinas de inducción o de vehículos eléctricos.

En abril, cuando empezaron a operar las 4 primeras turbinas de la CCS, Hugo Arcos, coordinador de carrera de Ingeniería Eléctrica de la Escuela Politécnica Nacional (EPN), explicó que la producción de esa central provoca un desplazamiento suficiente en generación térmica, en proporción de la demanda.

“Consiste en prender turbinas del Coca e ir apagando las turbinas térmicas que consumen más dinero porque usan combustible. Ese efecto ya se produce desde el mismo día en que entró en funcionamiento Coca Codo Sinclair”, detalló.

La función de CCS es sostener el despacho de energía en las horas pico, de 6:30 a 8:30 y de 18:00 a 20:00, donde el consumo puede llegar a los 4.000 MW, cuando lo usual es 2.300 MW.

Una de las metas de la Agenda Nacional de Energía es disminuir el promedio de crecimiento de consumo en el sector residencial, que actualmente es de 4%. Carlos Dávila, director Nacional de Eficiencia Energética, dijo que el propósito es que el ritmo de crecimiento no supere el 2% en 2035.

En su momento, Arcos aclaró que no se puede almacenar energía sino el agua que nutre a los embalses generadores. Oquendo amplió diciendo que cuando los embalses alcanzan su capacidad, el líquido sobrante es liberado.

Gracias a la capacidad instalada, en marzo de este año Ecuador vendió energía a Colombia, que entonces atravesó por una intensa sequía y otros problemas. Por esta operación el país recibió alrededor de $ 40 millones, según el ministro de Electricidad, Esteban Albornoz.

Sin embargo, la exportación tiene mayores beneficios si es con Perú, país que en su zona norte presenta inconvenientes de cobertura. “Las líneas de transmisión no son buenas de su lado (Perú), pero sí lo son del nuestro”, indicó Oquendo.

La construcción de la línea de transmisión de 500 kilovoltios con ese país fue uno de los principales acuerdos alcanzados en el X Gabinete Binacional entre Ecuador y Perú. La conexión permitirá que la energía ecuatoriana sea consumida en el norte de Perú y en Chile.

“A nuestro vecino del sur le resulta más barato comprarnos energía que llevar la suya propia a su zona norte. Lo mismo pasa con Chile, un país que tiene muchos desiertos y que no cuenta con los mismos recursos hídricos que Ecuador”, anotó el experto.

Las expectativas del Gobierno Nacional apuntan a que la exportación de energía le rinda al país $ 250 millones anuales. (I)

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