"Debemos tener un solo lenguaje con la UE"

Una vez alcanzado el acuerdo con la Unión Europea (UE) el año pasado, el país tiene como tarea articular procedimientos y normas con el fin de que los productos ingresen sin problemas a ese mercado. La Agencia Nacional de Regulación, Control y Vigilancia Sanitaria (Arcsa) jugó un rol fundamental junto a otras entidades. Así se homologaron el lenguaje técnico y jurídico que manejan las instituciones y ello, de acuerdo con el exfuncionario, quedó evidenciado en las memorias presentadas la semana pasada por el ministro de Comercio Exterior, Juan Carlos Cassinelli.

¿Cuál fue el rol que jugaron las diferentes entidades para que se viabilice el entendimiento con el bloque europeo?

Lo importante era determinar hasta dónde van las competencias de los diferentes sectores. Arcsa lleva la regulación de los procesados. Empero debemos tener un solo lenguaje en torno a nuestro par europeo respecto a los procesos que lleva el Instituto Nacional de Pesca o Agrocalidad que tiene más experiencia por todo el tema de la presencia nuestra por ejemplo en el caso del camarón.

El sector público y el privado también sumaron sus esfuerzos, ¿qué viene ahora?

El reto está en que podamos ir identificando y colaborando desde el sector privado y el público con los actores que tengan interés en estos procesos para darles los niveles de capacitación y entender las reglas del juego para que los productos sean de alta calidad.

Nuestros productos son de altísima calidad. Hay innovación y ya hay presencia importante en otros mercados. Debe haber más cercanía entre empresarios y autoridades en temas como las regulaciones para poder exportar más y mejor. Cualquier mercado podrá ver la capacidad de innovación de los productores ecuatorianos.

¿Cuáles son las debilidades que se pueden presentar en el camino?

La debilidad está en poner hincapié para cerrar las brechas en torno a choques regulatorios que puede haber. Es importante que la gente conozca en detalle de qué se hace una agencia como la Arcsa. Eso permitirá tener avances, por ejemplo en la tramitología para el usuario. En los segmentos a los que quieres llegar formalmente se lesdebe dar cierta ventaja y estar precautelando qué pasa con la producción de los artesanos o de quienes forman la economía popular y solidaria.

El chocolate procesado es quizás uno de los productos que lleva la delantera a otros...

No hay que olvidar que a Europa se exporta determinada producción. Hay productos emblemáticos como el camarón y el banano en los que no interviene la Agencia. La entidad tiene que ver con los procesados y son aquellos casos en donde se ven éxitos como ciertos tipos de chocolates que ingresan ya elaborados. No solo es la pepa.

Es importante que quienes están en la parte regulatoria y los regulados conozcan las dinámicas y las exigencias de cada sector para concluir exitosamente con una exportación.

¿Cómo están nuestras normas en materia de alimentos en relación a lo que exige la UE?

Si se ve a detalle la norma de alimentos nuestra tiene muchas ventajas. Entre ellas ya se hace un análisis de perfil de riesgo, ya contempla la posibilidad de que haya buenas prácticas de manufacturas y otras. Esa evolución ha sido fuerte en el país. Las normas deben facilitar las tareas más que ser un obstáculo.

¿Qué es lo que le toca ahora al Gobierno, a las autoridades y a los mismos empresarios?

Mientras más se socialice esto, mientras más cerca esté la autoridad del empresario o el productor estaremos cerca de que una variedad alimenticia pueda ser conocida por un mercado como el europeo. De todo lo que se exporta quien da la certeza de la calidad de ese producto es la Agencia Nacional de Regulación, Control y Vigilancia Sanitaria.

Hoy tenemos el entendimiento con los europeos, ¿qué más viene en el futuro para el país?

El Ecuador, su Gobierno, empresarios y productores están en condiciones de continuar con esta apertura de mercados en el mundo. Calidad, innovación y seguridad tenemos para llegar donde sea. (I)