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Entrevista / Rafael Poveda / ministro Coordinador de Sectores Estratégicos

Con la Refinería del Pacífico el país se ahorraría $ 9 mil millones anuales

Con la Refinería del Pacífico el país se ahorraría $ 9 mil millones anuales
Foto: Marco Salgado / El Telégrafo
24 de junio de 2016 - 00:00 - Redaccion Economía

El Gobierno Nacional está negociando un crédito internacional para iniciar la construcción de la ‘Refinería del Pacífico Eloy Alfaro’. Rafael Poveda, ministro Coordinador de Sectores Estratégicos, amplía algunos detalles sobre esa decisión.

Para construir la Refinería del Pacífico, ¿cuánto capital se requiere y cómo se lo conseguirá?

Se requieren $13.000 millones que podrían financiarse con un contrato de construcción. Desde hace más de un año, trabajamos para conseguir financiamiento con un sindicato de bancos que estaría liderado por una entidad china y que podría incluir a instituciones coreanas y europeas. Esperamos concretar esta opción en 2016. Posiblemente, el crédito tendrá un periodo de gracia durante los 60 meses de la construcción.

¿Por qué existió demora en concretar el proyecto estratégico?

Este tipo de proyectos tienen un tiempo de ejecución largo. Por ejemplo, Coca Codo Sinclair, una obra que ya se entregó al país, comenzó en 2008 con la actualización de estudios y la contratación de su cobertura.

En el caso de la Refinería del Pacífico, solo la realización de estudios de ingeniería tomó dos años y la consecución de los fondos ha sido compleja. Hasta 2015, estuvimos en una estrategia de negociación muy avanzada para incluir un nuevo socio en la refinería pero aquella opción nunca se concretó. Por ese entonces, la estrepitosa caída del precio del petróleo y el cambio de las condiciones económicas internacionales influyeron para que el acuerdo no prospere. Inmediatamente, sin embargo, optamos por otra estrategia.

Además, para poder entender cualquier eventual demora, se debe considerar que la Refinería del Pacífico será la infraestructura más grande construida en el país y, posiblemente, implicará una de las inversiones más grandes concedidas para un solo proyecto por China fuera de su territorio. Por tanto, se trata de un desafío complejo que requiere resolver muchas cosas y eso implica tiempo.

Si la construcción de la planta requiere $ 13.000 millones, ¿acaso no sería mejor esperar a que el próximo gobierno decida?

El proyecto lo hemos trabajado desde hace mucho tiempo. La Refinería del Pacífico es una necesidad para el país. En los próximos 6 años, si no la construimos, el país podría requerir $ 9.000 millones anuales para importar combustibles. Y ello en razón de que nuestra demanda de carburantes crece al 6% por año y nuestra capacidad de refinación es estática e implica la producción de 176.000 barriles diarios.

Con la nueva planta no solo que dejaremos de importar derivados sino que tendremos la capacidad para exportar los excedentes de gasolina y diésel hacia países donde se los necesita más como México, Estados Unidos o Colombia. La Refinería del Pacífico es un proyecto de ‘alta conversión’, es decir, ofrecerá una gama de productos de petroquímica básica que constituyen la materia prima para empezar industrias de plásticos, jabones y otros.

Además del beneficio energético que implicará contar con una nueva refinería, la construcción tendrá un impacto económico positivo debido a: la entrada de divisas al país; la generación de más de 20.000 plazas de trabajo, en su gran mayoría dirigidas a obreros, técnicos y profesionales en Manabí; y la apertura de oportunidades para las empresas proveedoras de servicios que podrán involucrarse en el proyecto. Por otra parte, ya tenemos una negociación avanzada y debemos aprovechar el financiamiento que podría conseguirse. Dilatar la decisión tiene un efecto para el país. Muchas de las decisiones que tomamos fueron cuestionadas pero ahora sus resultados son visibles.

¿Para qué construir otra refinería si el país podría carecer de crudo suficiente para su operación?

La construcción de una refinería no guarda una dependencia absoluta de la disponibilidad doméstica de materia prima. Por ejemplo, países que no extraen un solo barril de crudo como Singapur y Corea del Sur son los principales centros refinadores en Asia. A diferencia de estos dos casos, Ecuador tiene muchas reservas de petróleo.

Incluso imaginando un escenario extraordinario en el cual no tuviésemos petróleo suficiente, podríamos adquirirlo en el mercado internacional. Además, en el proyecto de la refinería, tenemos aliados estratégicos -como Petróleos de Venezuela (PDVSA)- que tienen grandes reservas y podrían entregárnoslo a precios de mercado.

¿En cuánto tiempo se recuperaría o pagaría el costo de la refinería?

Estamos negociando todavía los detalles del crédito. Sin embargo, estamos discutiendo plazos que van entre 15 y 20 años.

¿La estructura del financiamiento le dejaría al Estado ingresos para ahorrar en la importación de combustibles y pagar la deuda simultáneamente?

La refinería debe ser un proyecto que genere los flujos para pagar la deuda y que le proporcione luego rentabilidad para su dueño, el Estado ecuatoriano. Cuando inicie sus operaciones se comenzará a pagar el capital y luego, todos sus ingresos irán a Petroecuador.

Para construirla ¿se modificará el límite legal al endeudamiento público?

Eso dependerá de la estructura final del crédito. Si esa estructura requiere deuda pública, entonces deberemos revisar las normas de endeudamiento. Ante todo, sin embargo, el crédito debe ser apreciado como un financiamiento al proyecto y no necesariamente como endeudamiento público.  Y si esa deuda hace que lleguemos a los límites establecidos en la ley, debemos cumplir con los procedimientos para lograr un aumento de la relación entre la deuda pública y el Producto Interno Bruto (PIB).

Y esto implicaría acudir a la Asamblea Nacional con un pedido que sigue el mismo trámite que el Presupuesto General del Estado y que deberá tener la resolución que corresponda de la Asamblea. Tenemos todos los informes económicos que se requieren para demostrarle al país la importancia y los beneficios del proyecto. La estructura del crédito podría implicar una deuda que no requiera de endeudamiento público sino que el deudor sea la empresa a cargo del proyecto. Y eso no es  necesariamente deuda pública porque sería deuda empresarial.

¿Está Ecuador sobreendeudado con China?

El endeudamiento público externo e interno ecuatoriano llega al 34% con relación al PIB y está por debajo de la media regional (37%). El margen de endeudamiento es aún bajo y razonable. Nuestra estrategia ha sido diversificar los pasivos. No estamos concentrados solo en China. Trabajamos al máximo del límite de los cupos que las instituciones multilaterales entregan a cada país.

Aproximadamente, el 39% de la deuda es multilateral; el 27% es deuda con China; el 15% es emisión internacional de bonos y el 15% es con otros países participantes. Además, el financiamiento con China tiene tasas inferiores a los bonos que pagamos en diciembre de 2015. Los bonos 2012 o 2030, por ejemplo, tienen tasas del 12%. (I)

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