A pocos días del inicio oficial del Brexit, las compañías aéreas low cost exigen ser consideradas como prioritarias en las negociaciones entre la Unión Europea (UE) y el Reino Unido.

La irlandesa Ryanair ya anunció que congelaría la creación de empleo en Gran Bretaña. Ahora, en  caso de fracaso de las negociaciones, plantea eliminar los vuelos desde y hacia Reino Unido a partir de marzo de 2019.

Pero “en la -muy improbable- ausencia de un acuerdo, los servicios de transporte aéreo entre Reino Unido y cada uno de los Estados miembros de la UE estarían regidos por los marcos bilaterales preexistentes”, indicó un experto anónimo del sector a AFP.

Para garantizar sus derechos de tráfico en Europa, la británica EasyJet lleva varios meses buscando un Certificado de Transporte Aéreo (CTA) en otro país de la UNE.

Otro tema en discusión serán las conexiones aéreas con EE.UU., reglamentadas desde 2007 por el acuerdo ‘cielo abierto’ entre la UE y el país norteamericano y las dificultades ligadas a la posesión de capitales de compañías que deben ser comunitarias, es decir, controladas por estados miembros de la UE o de sus nacionales para mantener su sitio en el sector. (I)