Diego Vizcaíno, director de la Agencia Ecuatoriana de Aseguramiento de la Calidad del Agro (Agrocalidad), explica el papel de su entidad en los procesos económicos del país.

¿Desde cuándo existe Agrocalidad?

El antiguo Servicio Ecuatoriano de Sanidad Agropecuaria (SESA) existió hasta 2009. En ese año, debido a problemas de poca eficiencia y transparencia, el presidente de la República, Rafael Correa, reformuló aquella institución y, como producto de ese proceso, se dio paso a la formación de Agrocalidad. Actualmente somos una institución con independencia administrativa y financiera que está adscrita al Ministerio de Agricultura, Ganadería, Acuacultura y Pesca (Magap) y sigue sus lineamientos de política pública.

En estos últimos 7 años, la nueva institución permitió alcanzar objetivos significativos, entre los cuales se encuentra que Ecuador sea reconocido como un país libre de aftosa con vacunación. Este resultado es importante porque la vacunación estuvo en manos del sector privado durante décadas y nunca se logró siquiera llegar al 60% de cobertura de la población animal del país. Cuando el proceso pasó a manos de Agrocalidad se logró la erradicación de ese mal.

¿Qué funciones desempeña su entidad en el comercio exterior?

Todas las exportaciones agropecuarias ecuatorianas salen del país con la certificación de Agrocalidad, es decir, con una garantía de cumplimiento con las regulaciones sanitarias. Si no hubiese esa certificación, el producto no podría exportarse.

Por ello, la labor de Agrocalidad tiene un reconocimiento internacional pues, en los países que importan nuestros productos, las instituciones contraparte reconocen el trabajo de la entidad ecuatoriana y creen en lo que certifica. En la aduana de otro país, cualquier papel membretado certificado por alguien no funcionaría ni se aceptaría. Agrocalidad es la única institución pública que, en 13 provincias, tiene certificados todos sus procesos bajo la norma 9001-2008, desde la atención al cliente hasta el posregistro.

Debido a lo anterior, hemos facilitado la apertura de nichos para nuestras exportaciones en mercados internacionales. Muchos de esos son muy específicos como por ejemplo, jengibre para Francia; papaya o pitajaya en Estados Unidos; o mango, naranjilla y granadilla en Rusia.  Agrocalidad es la primera institución que interviene en la apertura de un mercado pues lo primero que tiene que hacer cualquier exportación es ponerse en conformidad con las normas homólogas de otros países.

Si los productores y exportadores conocen lo que hace Agrocalidad, entonces, ¿cómo entender que Andrés Páez, candidato a la vicepresidencia por Creo, haya insinuado, sugerido o mencionado su eliminación?

La pregunta es otra: ¿a quién podría convenirle que desaparezca Agrocalidad? A quienes se sienten afectados con nuestros controles. Nosotros controlamos que la leche cruda no llegue adulterada ni con antibióticos, preservantes o antioxidantes. Controlamos que los pesticidas que se expenden en el país cumplan con normas de calidad altas y se vendan según el registro. Nosotros no permitimos que se exporten productos agropecuarios que no cumplan con normas sanitarias acordadas con nuestros socios comerciales. Si le estamos impidiendo a alguien exportar basura, entonces, seguramente ese alguien quiere que desaparezcamos.

A diferencia de lo que antes sucedía, nosotros controlamos que las importaciones que entran al país cumplan con parámetros de calidad e inocuidad. Por ello hemos impedido que ingresen a Ecuador ciertos insumos con niveles altos de pesticidas. Posiblemente, todos quienes se sienten afectados por los controles están azuzando para que desaparezca Agrocalidad. Quienes hacen faenamiento clandestino de carne están detrás de aquello.

Por todo lo anterior, a través de las mismas redes sociales, los gremios y productores le hicieron caer en cuenta al señor Páez sobre su error. Los usuarios y beneficiarios de la institución fueron quienes salieron a defenderla y a aclarar las cosas.

¿Podría resumir en tres ámbitos las consecuencias de desmantelar a Agrocalidad ?

No podríamos exportar productos agropecuarios. A Ecuador entraría cualquier cosa en materia alimentaria. Y, en nuestros mercados domésticos, la inocuidad de los productos primarios se vería gravemente afectada. (I)