El gobierno ecuatoriano impulsa los sistemas de pago electrónico, ya sea mediante el uso del teléfono celular,  tarjetas de crédito y débito o las transferencias bancarias.

Estos sistemas no solo son más fáciles y más rápidos que las transacciones personales de pago en efectivo, sino que es un sistema que, según el régimen, fortalece la dolarización y reduce al Estado el costo de importación de moneda física.

Únicamente en lo que corresponde al pago con dinero electrónico, cuya operación se hace mediante el teléfono celular, el Banco Central del Ecuador (BCE) registró $ 34’175.038 en transacciones hasta agosto de este año, mientras que desde que se inició el proyecto, han circulado $ 47’064.810, lo que da cuenta de la importancia que han alcanzado estos sistemas de pagos.

En el seminario de experiencias en medios de pago electrónicos en América Latina y el Caribe, Kléver Mejía, superintendente de Economía Popular y Solidaria (e), destacó que estos movimientos son esenciales para impulsar la inclusión financiera de las zonas rurales.

En este sector, en donde la presencia de cooperativas y mutualistas es más fuerte que la banca tradicional, Mejía considera que se deben superar varias barreras para poder masificar el uso de  sistemas de pago electrónicos.

Una de estas limitaciones  es la  poca vinculación de cooperativas pequeñas, sobre todo las que tienen menos de $ 1 o $ 2 millones.

“Otra barrera es (la falta) de desarrollo de empresas de servicios auxiliares financieros para que cobijen a la mayor parte de cooperativas; y por otra parte, la necesidad de un ajuste legal para normar los costos y tarifas”, señaló el funcionario.

Randall Chavarría, representante de Coopebanco, de Costa Rica, explicó que en su país, el uso de dinero en efectivo es muy poco mientras que el uso de medios electrónicos es cada vez más masivo.

Para llegar a alcanzar estos resultados, el empresario puntualizó que se ha logrado un fuerte desarrollo tecnológico para ofrecer a los clientes las facilidades de los pagos online y por tarjetas de crédito o débito.

Para el impulso de medios electrónicos en sectores rurales, Chavarría afirmó que fue necesaria, en el país centroamericano, la unión de las diferentes cooperativas de ahorro y crédito.

“Esta unión ha permitido el desarrollo de la infraestructura tecnológica necesaria para tener disponible este sistema de pagos, incluso en los lugares más recónditos del territorio nacional”.

Por su parte, Santiago Gallegos, de la red  DGRV de Colombia, reconoció que en el sector rural, el uso de estos medios electrónicos ha tenido un lento desarrollo principalmente por el uso de la tecnología.

“Romper esa cultura de la no tecnología en las cooperativas rurales no es fácil, pero además no  hemos hecho los desarrollos tecnológicos para facilitar su acceso”. afirmó. (I)