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Desde su experiencia, el exfutbolista considera que el corto plazo es un error imperdonable

Valdano: “Los intelectuales le han perdido el miedo al deporte”

El exfutbolista argentino hizo un espacio en su agenda la tarde del jueves pasado para atender a EL TELÉGRAFO. Los negocios han cambiado su visión del fútbol hacia un sentido empresarial. Foto: José Morán | El Telégrafo.
El exfutbolista argentino hizo un espacio en su agenda la tarde del jueves pasado para atender a EL TELÉGRAFO. Los negocios han cambiado su visión del fútbol hacia un sentido empresarial. Foto: José Morán | El Telégrafo.
13 de abril de 2014 - 00:00 -

Fue todo un acontecimiento. Jorge Valdano vino a Ecuador invitado por el Banco del Pacífico -que celebró sus 42 años- y la prensa deportiva fue a tomar notas de lo que tiene que decir el ahora comentarista deportivo en el programa El Larguero, de la cadena española Ser.

No es para menos. No todos los días un exfutbolista campeón de la Copa del Mundo, que además fue autor de un gol en la final, llega al país. Pero la dimensión de Jorge Valdano ahora es otra.

“Solo me faltó ser balón y árbitro”, dijo al iniciar una conferencia ante periodistas deportivos el pasado jueves en la mañana. Y es que sus oficios -la mayoría en el fútbol- han sido tantos, que hoy el propio exdelantero asegura que cada vez que vuelve a ver en video aquel gol que le hizo a Harald Schumacher en la final de México 1986, tiene que hacer un esfuerzo para entender que ese tipo es él.

Ese transitorio 2-0 a favor de Argentina, al minuto 8 del segundo tiempo, sería igualado momentáneamente por Alemania (con goles de Karl-Heinz Rumennige y Rudi Voeller), solo para que después Diego Maradona decidiera el partido con un pase al vacío a Burruchaga, un toque tan bien colocado que no existía la opción de fallar el gol que le daría a Argentina el 3-2 y la Copa del Mundo.

Esa experiencia es ahora parte de otra vida de Valdano. El exdelantero argentino, ídolo del Real Madrid como jugador, después con un breve paso como entrenador (ganó la Liga Española de 1995) y luego como dirigente en la etapa de Florentino Pérez, lo tiene claro. “Desde el gol en la final de México 86 hasta ahora ha pasado más o menos el mismo tiempo que el que pasó desde que nací hasta que metí el gol”, dice en una entrevista breve con EL TELÉGRAFO, en un set de grabación improvisado en el hotel Hilton Colón de Guayaquil, mientras los técnicos de un canal de televisión local se llevan sus equipos para que otros puedan poner los suyos. Son pocos minutos los que tiene Valdano para cada entrevista. Aunque ese no parece ser un problema. Distinguido en un medio tan físico como el fútbol, el exastro argentino también se destaca por su manejo de la palabra.

“¡Cómo se expresaba!”, es una de las virtudes que más recuerda Abdallah Ben Barek, técnico marroquí del Alavés a mediados de la década de los 70. Abdallah Ben Barek fue su primer entrenador en el fútbol español. Hoy Valdano, un lector voraz desde su juventud, es un connotado autor de libros de fútbol.

Precisamente, un nuevo libro lo trae a Guayaquil, ‘Los 11 poderes del líder’, donde Valdano hace un paralelismo entre una alineación y las cualidades que debe tener alguien que comanda un equipo deportivo, una empresa o una sociedad.

Valdano cree que el fútbol es como una especie de laboratorio de la vida de las personas, y lo dice así: “Es un territorio eminentemente emocional donde el hombre es puesto a prueba. Y si uno sabe mirar profundo, termina por aprender qué es lo que agita al ser humano para alcanzar los que se propone”.

Uno escribe sobre lo que sabe, y ser líder, estar al frente, es algo que Valdano ha hecho en más de una ocasión. Siempre con distintos resultados. Si bien ese no fue su papel en la Selección argentina que ganó el Mundial –imposible en el equipo de Maradona–, sí lo fue después en sus años como técnico y como dirigente deportivo.

Valdano se convirtió en entrenador en 1992, cuando fue contratado por el humilde Tenerife. Ese año, logró una victoria en la última fecha ante el Real Madrid, que le impidió al equipo merengue levantar la copa de la Liga Española, un resultado que le jugó a favor al Barça, que después fue campeón por primera vez de la Champions League.

Para la temporada 1994-1995, Valdano llegó a dirigir el Madrid, equipo en que se había retirado como jugador en 1988, debido a una hepatitis B que le impedía seguir su carrera profesional. Desde el banquillo, el argentino puso fin a ‘La Quinta del Buitre’, un grupo de estrellas que giraban en torno al delantero español Emilio Butragueño y que dominaban al equipo desde mediados de la década de los 80.

Fue una etapa difícil. Si bien Valdano logró ganar la Liga en su primer año, al tiempo que arriesgaba al hacer debutar a unos muy jóvenes José María ‘Guti’ Gutiérrez y Raúl González, en su siguiente año no tuvo tanta suerte: la eliminación de la Copa del Rey ante el Espanyol de José Antonio Camacho (años después entrenador de España) y una seguida derrota en el Bernabéu ante el débil Rayo Vallecano le hicieron salir sin llegar a terminar su segunda temporada.

Después de una temporada como entrenador en el Valencia (10mo. lugar) y un nuevo despido, Valdano decidió dejar de ser entrenador en 1998. Dos años después volvía al Madrid que le vio retirarse, esta vez como director deportivo, de la mano de Florentino Pérez. Fue el inicio de una larga (aunque interrumpida) etapa como dirigente, que se prolongó durante una década. Valdano empezó a amar al Madrid.

Pero esa vida la ha complementado con el fútbol por escrito. No solo con sus libros ‘Cuentos de fútbol’, ‘El miedo escénico y otras hierbas’ o ‘Los cuadernos de Valdano’, sino también con los comentarios en la prensa escrita, donde atacaba a José Mourinho, al que acusaba de buscar solo el resultado.

Valdano es de esos románticos que defienden el estilo por encima del resultado. De hecho, el estilo es uno de ‘Los 11 poderes del líder’. Es una concepción casi utópica que, a decir del propio Valdano, Pep Guardiola se encargó de convertir en realidad con el Barça. Y ahora que Raúl acaricia, a los 37 años, el retiro en un club catarí, el exentrenador que lo hizo debutar ve al otrora gloria ‘merengue’ como el hombre destinado a ser el “Guardiola del Madrid”.

No es difícil encontrar frases de esa factura en boca de Valdano, quien, como un escritor de libros de fútbol tiene la suerte de vivir en una época en que “los intelectuales ya le perdieron el miedo al deporte”. Dice estar convencido de que “en lo que llevamos del siglo XXI se han escrito más libros de fútbol que lo que se escribió en todo el siglo XX”.

Y precisa que eso es gracias a “plumas realmente poderosas” como Oswaldo Soriano, Roberto Fontanarrosa, Vásquez Montalbán, Mario Benedetti, Eduardo Galeano o Juan Villoro. Ellos pagaron una especie de deuda histórica, pues “al fin y al cabo, los responsables de que el fútbol careciera de discurso han sido los intelectuales, que lo abandonaron durante un montón de tiempo. Y ya sabes que nosotros pensamos mejor con los pies que con la cabeza”.

Lo dice un hombre que tuvo que dejar de pensar con los pies para asesorar a Florentino Pérez para armar el equipo en los períodos 2000-2004 y 2009-2011. De ahí viene la consolidación de Valdano como líder. En su primer período, el Madrid ganó la Champions League con el recordado gol de volea de Zidane ante el Bayer Leverkusen en 2002, con una generación encabezada por el Raúl que Valdano había sacado de la cantera.

Era el inicio de la época galáctica, que completaban Ronaldo, Figo, Beckham y Roberto Carlos.

Fue entonces también cuando el exdelantero argentino tuvo su acercamiento al mundo de los negocios desde el fútbol. Son 2 ámbitos que no teme ver mezclados, aunque sí advierte que “el juego y el negocio tienen que dormir en camas separadas. Un equipo tiene que ser posible en términos económicos, y que los números sean negros y no rojos, me parece que es para elogiar, no para criticar. Si uno quiere trascender, es importantísimo que la economía apoye todas las aventuras de la institución”, explica Valdano.

Ya no ocupa un cargo en el Madrid. Salió en 2011 tras una alargada rencilla con José Mourinho (quien jamás habría permitido que le tocaran el vestidor), pero cuando Valdano habla de negocios en el fútbol lo hace convencido.

Fue él quien firmó el millonario contrato que llevó a Cristiano Ronaldo del Manchester United a filas merengues, una compra de 90 millones que generó críticas de un sector ajeno al fútbol, y de la que se llegó a decir que tenía un valor suficiente para acabar con el hambre en África por un par de años.

Hoy Valdano ya no mira el fútbol con los ojos de un jugador, una etapa que decidió dejar atrás porque “la vida está por delante”. Entiende cómo es el negocio (no puede no estar de acuerdo con los contratos millonarios que firmó), y lo expresa con simpleza así: “Esto es una industria que necesita invertir en héroes. Jugadores de la categoría de Cristiano Ronaldo o de Messi se cuentan con los dedos de la mano en cada generación. Y si se aspira a ellos, hay que entrar en competencia con las mayores organizaciones futbolísticas del mundo, y eso provoca una inflación del precio”. Y reduce aún más la reflexión: “Para ser grande hay que invertir. Y qué mejor que invertir en genios”.

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