Imprimir esta página
Comparte

713 millas entre rancho, disciplina y camaradería

713 millas entre rancho, disciplina y camaradería
06 de octubre de 2011 - 00:00

El Buque Escuela Guayas, de la Armada del Ecuador, cumplió la misión de acompañar por primera vez a las velas que participan en la IX edición de la IX Copa Galápagos. La embarcación, que tiene 34 años de historia, es la encargada de transportar a algunos de los veleristas suplentes de las 37 naves, además de familiares e invitados durante el recorrido de las 713 millas náuticas.

El barco, capitaneado por el comandante Amilcar Villavicencio, zarpó el viernes 29 de septiembre desde Salinas con rumbo al Archipiélago. Su misión, además de trasladar personal relacionado a la regata océanica, es inculcar la disciplina y preparar en la ciencia y arte de la guerra, la navegación y el aprovechamiento del mar a los nuevos guardiamarinas especialistas.

En esta travesía, el número de guardiamarinas es aproximadamente 20 varones y 2 mujeres, a quienes les ha  tocado compartir su cuarto de estudio y camarotes con invitados y personal de prensa de Perú, Argentina y Chile. El hábito y las costumbres de la Marina que les fueron impartidos, ellos también aplicaron a los invitados al buque.

La segunda regata (570 millas), la  más larga de la competencia, duró casi tres días y durante esa estadía todo el personal civil a bordo del Escuela Guayas aprendió y conoció un poco de la vida de los marinos.

El rancho (comida) se servía puntual: de 07:00 a 08:00 el desayuno, de 12:30 a 13:30 el almuerzo, y de 17:00 a 18:00 la merienda; y por supuesto había un bar que abría dos veces al día (de 09:30 a 10:30 y 19:00 a 20:00). Este era el punto de encuentro de la mayoría de los civiles que no habían saciado su hambre con las tres comidas servidas en el barco.

La hora de dormir también era puntual. A las 22:00 se apagaban las luces de la embarcación y por ende nadie podía estar en la popa o la proa, solo el personal de guardia, que vigilaba con linterna en mano que nadie corriera el peligro de caerse al agua.

Durante el trayecto no podían faltar los mensajes en altavoces que amenazaban a todos los moros embarcados en el buque: “Moros, van a morir moros…”, en símbolo de que se aproximaba el bautizo para las personas que por primera vez surcaban las aguas en el Buque Escuela Guayas. Sin duda, el más asustado fue el cabo Maquilón, quien fue advertido directamente por Neptuno, el Dios de los mares y las aguas.

La tripulación del buque también se dio tiempo para festejar los 34 años de servicio de la embarcación, que llegó al país el 1 de octubre de 1977. Para rendirle homenaje, ese día se dio libre a todo el personal y además se efectuaron partidos de mini-fútbol entre los jefes de maniobras, ingenieros, periodistas invitados y los guardiamarinas.

Hubo formación de toda la tripulación y jueces de la regata. Además, por la noche se realizó una retreta (fiesta) con la música de la Banda Blanca de la Armada, que al son de salsa, merengue y bachata puso a bailar a los presentes.

El Buque Escuela Guayas continuará, la madrugada (05:00) de hoy, con el recorrido de la IX Copa Galápagos, acompañando a las velas en la tercera regata que comprende 47 millas de entre la isla Santa Cruz a la Isabela.

Contenido externo patrocinado