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“Nadie puede responsabilizar a su pareja por no alcanzar un orgasmo”

La médica y sexóloga indica que cada persona debería preguntarse: ¿qué hace para que sus relaciones sexuales no sean aburridas.
La médica y sexóloga indica que cada persona debería preguntarse: ¿qué hace para que sus relaciones sexuales no sean aburridas.
16 de abril de 2016 - 00:00 - Andrea Rodríguez B.

De sexo y sexualidad todavía se habla poco y menos aún si se añade otro componente: el placer. Aunque la sexualidad está en el centro de nuestra vida, este tema continúa siendo un tabú. Se habla, se escribe y se comercializa con él, pero hay desconocimiento.

Las parejas que hablan, con frecuencia, sobre sexo canalizan y disfrutan más de sus encuentros íntimos y aprenden más el uno del otro, pero esto no es una regla.

Uno de los grandes problemas relacionados con la sexualidad de la pareja —como lo aseguran los especialistas— es la falta de delicadeza para conversar y la comunicación sexual es una de las bases para que la relación funcione. La médica sexóloga Alicia Garzón aborda este tema que continúa siendo tabú y que muchos prefieren evitar, porque genera incomodidad.

¿Cree que la penetración está sobrevalorada?

Claro, de hecho sí. Lo que sucede es que toda la genitalidad está sobrevalorada. Se tiende a pensar que el ejercicio de la sexualidad en pareja debe terminar en genitalidad; se considera que es mejor con penetración, tanto es así que en el momento donde deberíamos dar valor a las caricias y a la excitación, muchas parejas se van directo a los genitales para tener una respuesta más grande, más significativa.

¿Pero existen otras zonas erógenas que están fuera de los genitales?

Sí, por supuesto, están lejos de los genitales y son fundamentales, porque cuando se las activa, los genitales se van preparando, poco a poco, para ser tocados y estimulados y allí obtener mejor respuesta.

¿De qué zonas hablamos?

Por ejemplo, si recibimos caricias en la espalda, en el cuello, en el abdomen y en otras zonas logramos que los genitales femeninos se vayan preparando; se vayan llenando de sangre y se abran los labios mayores y menores. Ante esta estimulación, el clítoris comienza a crecer y lo particular es que se va dando la erección del clítoris, sin penetración.

Hay que indicar que el clítoris al inicio se esconde, porque es muy sensible, pero aparece, se manifiesta cuando hay este tipo de preparación. Por eso, ir directo al grano no es placentero ni tampoco nada fisiológico.

Cuando las caricias no son frecuentes o están ausentes, ¿hay otras formas a las cuales las mujeres pueden recurrir para estimularse mejor?

Claro, las mujeres por sí solas se pueden preparar y no me refiero a tocarse. El deseo también nace de un recuerdo. El pensamiento y la imaginación es uno de los métodos para excitarse, aunque haya personas que no le den ningún valor.

Después de esta preparación, podría darse la penetración y alcanzar un momento placentero. El orgasmo es de quien lo trabaja para alcanzarlo.

Hay que entender que las mujeres funcionamos diferente a los hombres; a nosotras no siempre nos gusta ir directo al grano, como sí ocurre con los hombres.

Hay estudios que revelan que los hombres tienen más posibilidades de alcanzar el orgasmo que las mujeres. ¿Lo cree usted?

No, para nada. Los 2 están fisiológicamente listos. Ambos tienen la misma capacidad orgásmica; ambos tienen los mismos músculos que hacen el orgasmo.

El mayor problema es que no sabemos utilizarlos. Entonces, tal vez el varón tiene menos inhibiciones sociales, en cambio, en la mujer es difícil que comience, que marque la pauta, que se estimule.

¿Es usual que ambos lleguen de manera simultánea al orgasmo?

Cada persona tiene un tiempo de funcionamiento sexual. No se trata de una carrera, donde decimos vamos: 1, 2, 3, dale. Una persona puede terminar su tiempo de respuesta sexual en 6 minutos y la otra en 7. Si cada persona puede estimularse de mejor manera, (relajando y contrayendo los músculos) es probable que acelere su respuesta. Aunque este tipo de orgasmo no se produce siempre, sí sucede y cuando ocurre hay que disfrutarlo. Alcanzar un orgasmo simultáneo no significa más compañerismo, más conocimiento de los 2, más amor.

¿El tamaño del pene importa?

No importa para nada. Este no garantiza que ella tenga orgasmo, no funciona así.

El pene más grande lo único que haría es llegar a la parte más alta, más profunda de la vagina, pero es muy curioso que el tercio superior de la vagina es insensible. Ese mismo tercio superior es donde se colocan los tampones. Por eso, no se siente. El orgasmo no depende del pene, sino de que la mujer esté excitada.

¿Por qué cree que hay hombres y mujeres preocupados por tener un sexo como el de las películas?

El sexo de las películas es falso y el de las películas pornográficas mucho más. Lo que interesa es vender, producir excitación. Nadie dice que rico es darse un masaje erótico y sentir todo ese calor, pero esta industria ofrece lo otro: un orgasmo intenso, con frecuencia irreal, un hombre corpulento y una mujer exuberante.

¿En qué medida la comunicación entre la pareja puede mejorar los encuentros sexuales?

Mucho, es buenísimo hablar. De hecho, la parte última del encuentro en pareja que es el poscoito es un tiempo cuando persiste una sensación agradable. En ese momento, podemos decir que existe un placer remanente y hay que aprovecharlo.

Cuando uno de los 2 se duerme, entonces no disfrutan de ese momento que es el más propicio para conversar y hablar sobre la experiencia vivida. Si la experiencia no fue tan placentera, no hay que culpar al otro. Podemos aprovechar el instante para decirle: “a mí me gusto o a mí no gusto esto o lo otro; esta posición fue buenísima”. Incluso podemos dejar un gancho para la siguiente vez. Por ejemplo, comentarle: “a mí me gustaría que la próxima lo hagamos en el sillón”. Eso es bueno para que la pareja tenga una vida sexual más sana. Una buena comunicación significa sentirse a gusto con el tema, poder hablar sobre las preferencias. Hay parejas que tienen relaciones sexuales, pero no se hablan; se guían solo por los sonidos y las expresiones.

Muchos hombres y mujeres que han sido infieles, podrían argumentar que buscaron a otra persona, porque su pareja no los complacía. ¿Qué piensa usted?

Este es un argumento que muchos utilizan, pero no dicen la verdad. No digo que sean mentirosos, pero eso no es lo que sucede. La satisfacción o el placer sexual es propio, depende de lo que cada persona hace para asegurar su satisfacción. Nadie puede responsabilizar a su pareja por su placer. Su placer es su responsabilidad. Hay que hablar concretamente de lo que nos gusta y nos disgusta.

Si una mujer le reclama al esposo al decirle tú no me das un orgasmo, no es un reclamo real, porque él no trae en sus bolsillos ni en ninguna parte un orgasmo para dale, ojalá fuera así. Es ella la que tiene que procurar estimularse para alcanzar un orgasmo.

¿Qué debería hacer?

Respirar de mejor manera, no pensar en aspectos negativos, relajarse; escoger en qué zona erógena hará su orgasmo y escoger la posición que le beneficia. El placer y la satisfacción de ella nunca estarán en las manos de él ni viceversa. Si una persona decide ser infiel no es por lo que el otro hizo o dejó de hacer. Si la otra persona emprende una nueva relación y vuelve a pasar lo mismo; pensará otra vez que la relación se volvió monótona y buscará a otra pareja. Quizás nuevamente sea infiel. La pregunta es: ¿Qué haces tú para que tu relación sexual no sea aburrida? Lo más fácil es poner la culpa en el otro y buscar a otras personas.

¿Los ecuatorianos son conservadores en sus relaciones sexuales?

Sí, somos conservadores, pero, sobre todo, carecemos de información. Cuando en la consulta, les doy ideas para evitar la monotonía y los estímulos que pueden utilizar, suelen decir: “Yo no sabía nada de esto; esto sí me gustaría o esto no”. Lo importante es que puedan escoger.

Hay mucha desinformación, porque nadie enseña sobre sexualidad. Además, normalmente al médico sexólogo no se acude con frecuencia como sí ocurre con el médico general que nos cura la gripe. Solo consultan al sexólogo cuando el asunto es grave.

¿Las mujeres aún esperan que su pareja las guíe?

Sí, hay muchas mujeres que esperan que su pareja marque la pauta, porque creen que tiene experiencia, pero pensar así contribuye a generar mayores expectativas que no siempre se cumplen y que pueden generar frustración.

Encuentros

Los sexólogos concuerdan en que es importante que la pareja exprese sus deseos, necesidades y fantasías.

La falta de comunicación en la pareja tiene que ver, sobre todo, con los miedos, las culpas y los mitos.

La salud sexual (dicen los sexólogos) es hacer lo que te viene bien, aquello con lo que te sientes a gusto y, en especial, lo que te genera mayor placer.

Alicia Garzón señala que a muchas mujeres les preocupa gustarle al otro y se sienten cohibidas por tener gorditos, por ejemplo. Dice que esto debe ser superado, porque en un encuentro íntimo, eso no importa.

La frecuencia de las relaciones sexuales en una pareja no es un indicador de que las cosas van bien o mal en una relación afectiva.

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