Svetlana Alexiévich: "Hay que dejar que cada persona grite su verdad"

“Dejen las armas”, instó a los guerrilleros colombianos Svetlana Alexiévich, premio Nobel de Literatura 2015, que creció entre el dolor y la muerte en una Bielorrusia devastada por la Segunda Guerra Mundial y bajo el régimen soviético. Ella es la gran invitada de honor a la Feria Internacional del Libro de Bogotá (FilBo), que se desarrolla del 19 de abril al 2 de mayo.

En entrevista con la AFP, la periodista y escritora de 67 años fue enfática al dirigirse a los rebeldes alzados en armas desde hace más de medio siglo contra el Estado en Colombia: “Lo que yo quiero decir a los muchachos que están en el monte es ‘dejen las armas, lo que hay que combatir son las ideas, no a la gente’”.

Alexiévich consideró que Bielorrusia tiene similitudes con Colombia, sumida en un conflicto armado desde los años 60, enfrentada a guerrillas, paramilitares y agentes del Estado que han dejado unos 260 mil muertos, 45 mil desaparecidos y 6,8 millones de desplazados. “También en Bielorrusia hubo un movimiento guerrillero, un movimiento de partisanos que defendían su tierra y peleaban contra los alemanes. Por otro lado, había muchos colaboracionistas, los policías al servicio de los nazis. Y, entre ellos, hubo mucha confrontación”, contó la autora en lengua rusa, famosa por sus frescos de historias humanas, a través de la traductora Irina Luna.

De aspecto sencillo y mirada transparente, esta escritora que estaba planchando cuando le anunciaron que había ganado el máximo galardón mundial de las letras, supo que tenía que escribir sobre el sufrimiento de la Segunda Guerra Mundial después de recorrer como periodista aldeas de Bielorrusia. “La guerra siempre se asocia con la muerte. Y dentro de mí creció una especie de protesta de todo lo que cause tanto dolor”, dijo, y así nació La guerra no tiene rostro de mujer, que según supo la AFP leen tanto las rebeldes de las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia que negocian la paz en Cuba con el Gobierno colombiano, como la teniente de navío Juanita Millán, única mujer militar en ese proceso de paz con el más antiguo grupo insurgente del continente.

“Mi mensaje, el mensaje que quise comunicar a través de este libro, es que no hay nada por encima de la vida humana, no hay nada que sea más valioso que eso”, subrayó Alexiévich.
Para la escritora, que durante 40 años ha dado voz a los olvidados de las tragedias soviéticas, desde el horror de la Segunda Guerra Mundial hasta el conflicto afgano o la catástrofe de Chernóbil, lisa y llanamente “la guerra no tiene sentido”.

“Mejor que matar es sentarse a la mesa de negociaciones”, señaló. “El diálogo es lo que tiene que reemplazar a la violencia y al deseo de matar”. Por eso, añadió que la construcción de un país “digno y justo” no depende de las armas.

“Tomando el poder por la fuerza nunca se va a lograr ni justicia ni una vida normal para la población”, aseguró, invitando a los guerrilleros colombianos a “volver a la vida normal” y ayudar en el desarrollo de Colombia sin fusiles de por medio.

Declarada admiradora del Nobel de Literatura Gabriel García Márquez, Alexiévich alentó a los reporteros a no “limitarse a hacer constar un hecho” y a “no tener miedo a plantearse grandes metas”. En rueda de prensa, la escritora bielorrusa aconsejó no solo “escuchar como tarea obligatoria”, sino “dejar que cada persona grite su verdad”. Y añadió: “A los verdugos también hay que escucharlos”.

En la FilBo 2016, que tiene como invitado de honor a Holanda y que está dedicada a la paz y la reconciliación, participan destacados escritores internacionales, como Cees Nooteboom, Fermín Muguruza, Paolo Giordano, Julián Herbet, Édouard Louis, Mercedes Cebrián, César Aira, Jean Rouaud y Jeffrey Eugenides, entre otros.

Una de las novedades de esta edición es el lanzamiento del libro El fraude del arte contemporáneo, de la crítica mexicana Avelina Lésper. De ella, el curador José Roca dijo: “Lo preocupante con el fenómeno Avelina Lésper es que ha puesto a gente seria a opinar sobre un trabajo que no lo es. El eco mediático que genera su diatriba generalizadora resulta en que intelectuales de la talla de Cuauhtémoc Medina sientan que es un deber contestarle para contrarrestar los argumentos facilistas que –por esa misma razón– calan en el público”. Y con motivo de los 90 años del natalicio de Rafael Escalona, los escritores Daniel Samper Pizano y Alberto Salcedo Ramos le rindieron un homenaje el anterior domingo. (I)