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Restos de Salvador Dalí fueron exhumados

El cometido de los expertos fue extraer muelas, uñas y muestras de hueso para conseguir pruebas que determinarían que Pilar Abel es hija de Salvador Dalí.
El cometido de los expertos fue extraer muelas, uñas y muestras de hueso para conseguir pruebas que determinarían que Pilar Abel es hija de Salvador Dalí.
Foto: tomado de http://www.elperiodico.com
22 de julio de 2017 - 00:00 - Gorka Castillo, corresponsal en España

“Si muero, no moriré del todo”, dejó escrito Salvador Dalí. La frase pronunciada por el genio del surrealismo pictórico en una de sus exuberantes apariciones públicas ha adquirido ahora un nuevo sentido. Él mismo fue la pasada noche objeto de un acto muy daliniano y apasionadamente surrealista: por obra y gracia de una orden judicial salió de la tumba para, quizá, convertirse en padre 28 años después de muerto, siempre y cuando el talismán científico del ADN lo certifique.

Los forenses trabajaron durante la noche en la exhumación de su cadáver momificado en la majestuosa sala de la Cúpula del museo de Figueras, donde yace bajo una pesada losa de granito milenario. El cometido de los expertos fue extraer muelas, uñas y muestras de hueso para conseguir pruebas y esclarecer las dudas de Pilar Abel, una vidente de 61 años que asegura ser su hija.

Según Abel, su madre (Antonia Martínez de Haro) trabajaba como empleada de hogar en una familia vecina del artista catalán, que entonces vivía una tortuosa relación con su mujer ‘Gala’ en lo que hoy es una delirante casa museo.

Con 25 años y embarazada ya, Antonia regresó a su localidad natal, Castelló d’Empuries, donde contrajo matrimonio con un joven de 29 años y trajo al mundo a Pilar sin levantar una polvareda en plena dictadura franquista. Esta versión contrasta de plano con los relatos de todos los biógrafos y conocidos del pintor: Salvador Dalí no mantuvo relaciones sexuales con mujeres. Ni siquiera las tuvo con su admirada Elena Ivanovna Diakonova ‘Gala’, su esposa y musa.

Ante el clima general contra la exhumación de los restos del artista que se ha creado en Figueras, Pilar Abel optó por ausentarse de los trabajos realizados durante la noche de ayer. Los investigadores fueron sometidos a un exhaustivo registro para evitar que sacaran fotografías del cuerpo momificado del pintor. Lo único que se sabe es que Salvador Dalí sigue manteniendo su cuerpo “en perfecto estado” y que conserva su famoso bigote en posición de 10 y 10 intacto. 

Los responsables de la Fundación Dalí-Gala calificaron la exhumación como un “acto de violencia” que se han visto obligados a acatar por resolución judicial. “Estamos muy apenados y dolidos, por el respeto que procesamos a Salvador Dalí, y la relación personal que manteníamos con él”, dijo Joan Manuel Sevillano, gerente de la entidad.

Como era de esperar, la fundación se reserva el derecho de emprender acciones legales contra Pilar Abel, si se demuestra que no tiene vínculo genético con Dalí. De ser así, la supuesta hija deberá pagar los costes derivados del proceso de exhumación que ascienden a  miles de dólares. Pero si se da la circunstancia de que el pintor engañó a todo el mundo sobre sus gustos sexuales y sus amoríos furtivos, Pilar Abel tendrá derecho a la cuarta parte del inmenso patrimonio artístico del prolífico padre del surrealismo pictórico. 

Los resultados del test de paternidad se esperan para el 18 de septiembre, día en que se celebrará el juicio en el que se aclarará todo. Hasta entonces, el caso queda en manos de la ciencia. (I)

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