Muégano abre espacio para un ‘nuevo’ espectador
Hace unas semanas, la agrupación Muégano Teatro, asentada en Guayaquil entró en crisis: Una de sus integrantes, Aída Calderón, se mudó a Quito y, por consiguiente, tuvo que abandonar el grupo. Reducidos a tres personas, entendieron que lo que debían hacer era radicalizar su dinámica, explica Santiago Roldós, el dramaturgo y director de las dos obras que ha creado el grupo: Karaoke orquesta vacía y Ensayo sobre la soledad.
Aquella radicalización de la que habla Roldós incluye el montaje de Ensayo sobre la soledadcon dos actrices (Pilar Aranda y Marcia Cevallos) en lugar de tres -tal como fue pensada-, pero también concretar la sede de Muégano Teatro.
Son algunas de las cosas que dijo el dramaturgo durante la inauguración oficial del Espacio Muégano Teatro, la noche del pasado viernes.
Ubicado en las calles Vacas Galindo y Guaranda, frente a la Iglesia de la Inmaculada Concepción y diagonal al teatro Centro Cívico, esta área representa el proyecto que originalmente llevó a Muégano a establecerse en la urbe.
“Cuando tomamos la decisión de venir era para hacer una casa del teatro”, dice Roldós. El espacio era un proyecto que talvez se debió fundar 10 años antes. Pero algo sucedió: “Se nos cruzó el ITAE”.
Desde 2005, Roldós y Aranda han dirigido la carrera de Teatro del Instituto Superior Tecnológico de Artes del Ecuador (ITAE), un proyecto que articulaba las distintas ramas del arte a través de 5 carreras impartidas en el mismo espacio.
“El ITAE fue un proyecto muy atractivo y muy afín en muchos sentidos. Y fuimos postergando esto (el espacio)”, continúa Roldós.
Con capacidad para unas 40 personas, el Espacio Muégano no es solo un lugar donde el grupo pueda montar sus obras. Es un espacio que -al tiempo que intenta ser autosustentable- busca crear nuevos tipos de espectadores.
“Y para crear nuevos espectadores, hay que tener una nueva relación con los espectadores”, dice Roldós, citando a Santiago García Pinzón, fundador del grupo colombiano La Candelaria.
Junto a la grupación Malayerba de Quito, que dirige Arístides Vargas, La Candelaria es uno de los referentes que encuentran los integrantes de Muégano dentro de la corriente del Teatro Latinoamericano, con la que se identifican.
Así, tal como la agrupación postergó su proyecto de fundar su propia casa de teatro por la aparición coyuntural del ITAE, otro tema coyuntural los ha llevado a poner de una vez en marcha el que era su proyecto original: La salida de su cuarta actriz.
Ensayo sobre la soledad
El Espacio Muégano Teatro será un lugar para montar obras, impartir talleres de teatro y otros usos que aún no están definidos totalmente, como el montaje de obras de arte contemporáneo.
Muégano inaugura su espacio con una temporada de Ensayo sobre la soledad, que se presentará los viernes, sábados y domingos de marzo.
Es una versión nueva, que se “radicalizó”, lo que se evidencia en las últimas presentaciones, en las que la ausencia no es algo que se refleja solo en la cantidad de actrices sobre el tablado.
El grupo necesita exteriorizar esa nostalgia de la colega que no está más, y desde el inicio lo hace, cuando Cevallos escribe en una pizarra una frase que habla de los personajes de la obra, y tacha la palabra “tres” para escribir a un lado: “dos”.
En 2013, Ensayo sobre la soledad salió de gira a varios países de Europa y América Latina, presentando su visión de la ‘mapaternidad’, término acuñado por Muégano para referirse a los retos que implican la transmisión del afecto y la cordialidad durante la infancia.
