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Las actas de la fundación española de Quito serán digitalizadas

Hasta enero, el Libro Primero de Actas de la ciudad estaba en el Archivo Metropolitano de Historia, sobre madera.
Hasta enero, el Libro Primero de Actas de la ciudad estaba en el Archivo Metropolitano de Historia, sobre madera.
Foto: Álvaro Pérez / El Telégrafo
25 de septiembre de 2017 - 00:00 - Redacción Cultura

Entre los documentos más relevantes de Quito están las actas de Cabildo, que reposaban en el Archivo Metropolitano de Historia (AMH) hasta que fueron intervenidas luego de un estudio de la archivista Natasha Sanmartín, quien fue analista de ese repositorio.

El patrimonio documental de la capital requiere un proceso de recuperación y mantenimiento en los ámbitos privados, eclesiásticos y públicos. En enero de este año, Sanmartín explicó que el lugar donde estaban las actas requería adecuaciones tanto en infraestructura como en archivística.

La entidad encargada de AMH es la Dirección de Gestión Documental del Municipio Metropolitano de Quito, que tiene pendiente organizar el archivo sonoro y audiovisual del Distrito recopilando documentos que están en distintos lugares y que, por cuestiones de espacio, no serán trasladados junto al Palacio de La Circasiana, sino a la ex Casa de la Danza, en San Marcos.

La intervención inició con el desglose total de los libros de actas, entre los que están el tomo de la fundación española de Santiago de Quito que fue firmado el 15 de agosto de 1534, en Riobamba; el 28 de agosto de ese año se redactó el documento de Fundación de la Villa de Quito y, como ratificación, está el documento del 6 de Diciembre con la rúbrica de Benalcázar. Las 3 están expuestas en el Museo de la Ciudad en la muestra Detrás del papel. El valor del patrimonio documental, que estará abierta hasta octubre.

Las actas fundacionales de la ciudad contienen las firmas de Diego de Almagro y la marca de Sebastián de Benalcázar. Son de lino y tienen marcas de agua. Fotos: Miguel Jiménez / El Telégrafo

La archivista Daniela Zúñiga fue una de las encargadas de descuadernar el Libro Primero de Cabildos citado, con un método que preserva cada hoja de lino, en la biblioteca y archivo técnico del Instituto Nacional de Patrimonio (INPC), cuya especialista es Marta Romero.

Cada acta traza los objetivos que la administración se planteaba a corto plazo e incluye la construcción de caminos, la gestión en cuanto a servicios sociales, uso del espacio público y seguridad, arquitectura, transporte, economía o leyes.

Una exposición necesaria

El escultor Eduardo Maldonado es el actual coordinador del Museo de la Ciudad, que se inauguró en 1998. Los documentos del Archivo Metropolitano fueron analizados químicamente, de esa forma se determinó el tipo, composición y procedencia de sus papeles y tintas, cuenta el artista. El lino es el soporte de la mayor parte de actas, algunas de ellas  contienen filigranas, marcas de agua hechas por sus fabricantes y que son visibles en el museo con la ayuda de luz artificial, la cual traspasa los cristales en que se están expuestas. Uno de los papeleros dejó la palma de una mano, con los dedos hacia abajo, como marca.

En el año 1900, Federico González Suárez (1844–1917) pidió prestado el principal libro de actas. Al devolverlo, donó la caja de madera  que se puede ver en la muestra. Había usado los documentos como fuente oficial para su Historia General de la República del Ecuador.

El escultor Eduardo Maldonado frente a un plano de Quito fechado en 1810. El documento determinaba a la Plaza mayor como eje de instituciones civiles.

Varios repositorios quiteños accedieron a exponer su patrimonio documental este año. Entre ellos, el convento de Santo Domingo, donde están los libros de Andrés Sánchez Gallque, quien vivió en el siglo XVI; La Compañía de Jesús, en la que se puede ver un registro sobre la expulsión del país de la comunidad jesuita, en 1852; la iglesia de El Carmen Bajo, que atesora los bienes de Santa Mariana de Jesús y la Catedral Metropolitana.

Archivo Metropolitano de Historia

El historiador Patricio Guerra es el cronista (e) de la ciudad y fue el curador de la muestra Detrás del papel. El especialista encabezaba el área de Investigación del Centro Cultural Metropolitano (MET) y su nuevo cargo incluye la gestión del archivo de 10 de Agosto y Colón.

Los documentos históricos de este repositorio no han sido reeditados, por tanto, son únicos. La reserva donde permanecían debe estar climatizada, la humedad no tiene que sobrepasar del 40 a 50% y la temperatura debe ser de unos 20 grados centígrados, por lo cual requieren readecuaciones. Gran parte de la documentación será digitalizada luego de una intervención de técnicos del INPC sobre los documentos.

En la muestra del Museo de la Ciudad (García Moreno y Rocafuerte) se puede ver un facsímil de las Leyes de Indias, en las que Felipe IV dispuso, en el siglo XVII, la forma en que deben mantenerse las actas fundacionales de América. Desde entonces, ese tipo de folios se encuadernan y recopilan en libros. (F)

Datos

Juan Paz y Miño fue cronista de la ciudad en el período 2011-2014. Hasta el fin de su gestión se ingresaron 12.000 registros de las actas del Cabildo, correspondientes a 1534-1710, y fueron procesados más de 3.000 documentos. Retomó publicaciones.

Alfonso Ortiz Crespo fue cronista entre 2014 y 2016. Sostuvo que el archivo debe ser gestionado desde las áreas de Cultura del Municipio para evitar procesos burocráticos.

Patricio Guerrero es el cronista (e) de la ciudad. Ya era funcionario del Cabildo: tuvo a su cargo el área de Investigación del MET.

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