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La visión histórica de Gran Bretaña "es peligrosa y lamentable"

Neil MacGregor está involucrado en la creación del Foro Humboldt en Berlín, equivalente del Museo Británico.
Neil MacGregor está involucrado en la creación del Foro Humboldt en Berlín, equivalente del Museo Británico.
Foto: BBC
11 de octubre de 2016 - 00:00 - Leonardo Boix, corresponsal en Londres

La acotada visión histórica de Gran Bretaña “es peligrosa y lamentable”, ya que se enfoca casi exclusivamente en los aspectos positivos del pasado y no en las atrocidades cometidas por los británicos en guerras, invasiones imperialistas o por el comercio de esclavos.

El inglés Neil MacGregor, exdirector del Museo Británico de Londres, sostuvo que el Reino Unido debería seguir el ejemplo de Alemania “que tiene una mirada mucho más crítica de su propia historia”.

MacGregor viajó a Berlín para inaugurar la muestra Alemania: memorias de una Nación, que fue acompañada por un libro escrito por el exdirector. “En Gran Bretaña utilizamos nuestra historia para sentirnos cómodos con el pasado, fortalecernos y recordar que, en el fondo, siempre fuimos buena gente”, dijo el historiador del arte.

“A veces mencionamos un poco el comercio de esclavos, algunas guerras aquí y allá, pero los capítulos de nuestra historia en los que más insistimos son los más felices”, agregó, y además señaló que esa mirada histórica “no solo es peligrosa, sino lamentable”.

MacGregor sostuvo que la forma en que Alemania enfrentó su pasado nazi y expuso la tragedia del Holocausto “fue rigurosa y valiente”, y que por ello “se ganó la admiración del mundo entero”. “Los alemanes expresaron el peor capítulo de su historia en una gran cantidad de memoriales y monumentos que dan cuenta de esas atrocidades. Es increíble que en Gran Bretaña no tengamos una palabra como la alemana Mahnmal (monumentos de vergüenza nacional). Ese vocablo es demasiado extraño para nosotros”.

Para el investigador británico, un ejemplo claro de cuán “selectiva” es Gran Bretaña a la hora de narrar su pasado es cómo explica la derrota de Napoleón Bonaparte en la Batalla de Waterloo, ocurrida en 1815.

“En la escuela nos enseñan que fueron los británicos quienes finalmente derrotaron a Napoleón en Waterloo y se deshicieron de él”, explicó, al recordar que en realidad, fue una alianza entre Inglaterra y Prusia la que derrotó a Bonaparte.

“Como dijo el propio duque de Wellington, ‘Sin Blücher, (el comandante del Ejército pruso Gebhard Leberecht von Blücher) nunca hubiéramos podido derrotar a Napoleón’.

Este fue un esfuerzo anglo-alemán, pero no nos enseñan esto en la escuela”, dijo MacGregor.

Indicó que tampoco se pone demasiado énfasis en la responsabilidad de Gran Bretaña por el comercio de esclavos, en el que más de 11 millones de personas de África fueron esclavizadas y traficadas. Se estima que al menos un millón de esclavos africanos murieron en los barcos ingleses que los transportaban por el Atlántico, debido a las condiciones infrahumanas en las que viajaban.

MacGregor destacó que la visión histórica de Gran Bretaña “es demasiado benévola y parcial” con respecto al Imperio Británico, que comprendió los dominios, colonias, protectorados y otros territorios gobernados o administrados por el Reino Unido entre los siglos XVI y XX, hasta el año 1949.

Por su parte, Gereon Sievernich, director del museo Martin Gropius Bau, donde se inauguró la muestra, agradeció a MacGregor “por haber dado a los británicos otra visión de Alemania y por devolverle Alemania a los alemanes”.

Memorias de una Nación, que pasó por el Museo Británico y fue transformada en una popular serie radial para la BBC, explora las memorias de una Alemania unida a partir de 200 objetos, desde el primer automóvil, de los años 1880, las puertas del campo de concentración de Buchenwald, pasando por un traje de buzo utilizado por alguien que trató de escapar la Alemania Oriental comunista a través del Mar Báltico. (I)  

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