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Jesús Cobo, el escultor del juego, incursiona en acero y cerámica

El chimboracense explica los materiales que usó para esculpir ‘Búho’ antes de ponerle una tilde al título de su obra, sobre su etiqueta, como un perfeccionista.
El chimboracense explica los materiales que usó para esculpir ‘Búho’ antes de ponerle una tilde al título de su obra, sobre su etiqueta, como un perfeccionista.
Foto: Miguel Jiménez / El Telégrafo
29 de noviembre de 2016 - 00:00 - Redacción Cultura

Hace 9 años, el escultor Jesús Cobo (Chunchi, Chimborazo, 1953) montó una exposición en el Centro Cultural Metropolitano (MET). Los materiales que usó eran, principalmente, mármol y lava volcánica; entonces, el metal no pasaba de ser un complemento de su estética.

Desde 2011, el maestro, un aprendiz incansable aunque experimentado, decidió renovar -como hace cada tanto- su propuesta y empezó a darle forma a la muestra individual que está en el Centro de Arte Contemporáneo desde el 16 de noviembre. Lo expuesto es una selección de 17 obras de un conglomerado que ha incluido estudios, aprendizaje de nuevas técnicas y experimentación. Dos años le tomó al artista el dominar la soldadura del acero inoxidable, el material que ahora trabaja más.

La luz es parte de la exposición y Cobo explica que los materiales elegidos hoy le permiten incursionar en el gran formato, incluyendo texturas particulares. Las láminas de metal han formado cuerpos de 3 dimensiones, la planitud inicial del acero fue el punto de partida sobre el cual Cobo continúa forjando figuras zoomórficas, aunque no ha dejado de lado las fito y antropomórficas.

El equilibrio entre lo ilusorio y lo abstracto es posible

“Hay un mundo de posibilidades en cada material”, dice el artista con la agilidad del demiurgo a quien se le ha pedido una explicación. “La forma de esto, que es escultura por construcción, no viene de eliminar la materia, quedándose con formas soñadas o ideadas, sino de ir creando sólidos cuerpos ilusorios”.

‘Cosmos’ (esculpida con técnica mixta: acero y cerámica) está montada sobre un soporte giratorio, como el resto de piezas, y destaca porque Marco Ullauri y Juana Lloré le abrieron las puertas de su taller, Barroquema, en Tumbaco, a Jesús Cobo. Ahí, el artista se humedeció las manos en arcilla para mezclar este material con el acero. La simplicidad de ‘Cosmos’ no la aleja del abstraccionismo y mantiene como referente la forma de la Tierra flotando en el espacio.

“Me interesa explorar estas texturas y evidenciar la luz -dice Cobo, en los pasillos del CAC-, más allá de la cromática particular, en su forma pura (...). Uso la textura como valor para destacar las partes, a través de contrastes”.

‘Agua’ (acero inoxidable esmaltado al horno) tiene como origen de sus volúmenes, que asemejan olas, cortes y presión sobre una plancha.

El trabajo de Cobo no incluye improvisaciones -acaso imposibles en la escultura- sino formas que aparecen sobre la marcha, “una pieza va generando otra”, dice el autor.

“Todo es juego, experimentación, no es que nada está dicho, sino que encuentro cada cosa en el proceso”.

Para esculpir ‘Búho’ (acero inoxidable, cerámica y madera; foto grande), Cobo se valió de la técnica oriental de cerámica utilitaria llamada rakú, en la cual el esmalte a utilizar determina la temperatura del horno que requiere la obra, una que no rompe su relación con el referente inicial (en este caso, un animal).

Los ‘estudios’: el ensayo-error previo al gran formato

Cuando, hace 7 años, Jesús Cobo desconocía todos los comportamientos posibles del acero -que ahora expone sobre bases de granito negro-, resolvió los problemas técnicos ensayando en pequeños formatos. Las soluciones a cada forma iban a estar incorporadas en las piezas grandes. ‘Estudio de la sirena’, por ejemplo, tiene una línea que al artista le pareció demasiado fuerte. “Me interesaba insinuar, no descifrar, a lo representado”. En el CAC, hay tres estudios de Cobo, donde se puede ver el recorrido de algunas obras, y ‘Sirena’ (acero inoxidable patinado y granito) aparece con unas ondas. El grabado también medió entre los estudios y las formas finales.

‘Ella’ y ‘Él’ (ambas de acero) están separadas en la muestra, pese a que pudieran comprenderse mientras dialogan, se contrastan y complementan. Después de esto, el nuevo material que usará Cobo, experimentador incansable, continúa siendo un enigma que resolverá en su taller. (I)

Datos

Jesús Cobo es escultor; nació el 13 de agosto de 1953, en Chunchi (provincia de Chimborazo); tiene una maestría en Estudios del Arte y ha dejado momentáneamente el mármol, pese a que estudió en el Instituto Profesional Pietro Tacca, de Carrara, Italia.

La muestra individual de Cobo se inauguró el 16 de noviembre, en el Centro de Arte Contemporáneo (CAC), donde permanecerá hasta el 31 de enero de 2017. Los horarios para visitar la exposición son: de martes a viernes, desde las 10:30 hasta las 17:30; y sábados y domingos, de 09:00 a 17:30.

Esculturas sin frente. Aunque se trate de representaciones antropomórficas, las obras de Cobo no tienen una parte frontal. Su propósito es que, donde sea que se ubique el espectador, la obra pueda ser vista.

Hernán Rodríguez Castelo escribió que esta muestra “nos dice que (Jesús Cobo) halló maneras de dialogar también con el acero”.

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