El filósofo riojano Gustavo Bueno Martínez falleció a los 91 años en la localidad asturiana de Niembro, España, donde contaba con una residencia, según un informe de la fundación que lleva su nombre.

Gustavo Bueno es autor de libros y artículos sobre ontología, filosofía de la ciencia, historia de la filosofía, antropología, filosofía de la religión, filosofía política, ateísmo y televisión. Pasó su vida entre las ciencias y la historia de la filosofía.

Bueno falleció 2 días después de la muerte de su esposa, Carmen Sánchez Revilla. Fue licenciado en Filosofía y consiguió, en 1965, la Cátedra de Filosofía de la Universidad de Oviedo para convertirse en las décadas posteriores en uno de los catedráticos más polémicos.

Su primera obra fue El papel de la Filosofía en el conjunto del Saber, escrita en 1970, y es autor también de libros como Etnología y Utopía (1971); Ensayos Materialistas (1972); Ensayos sobre las categorías de la Economía Política (1972); La Metafísica Presocrática (1974) e Idea de Ciencia desde la Teoría del cierre Categorial (1976).

En 1985 publicó El animal divino. Ensayo de una teoría Materialista de la religión, fruto de 30 años de reflexión, y en 1988 el Ministerio de Educación y Ciencia de España prohibió su obra Simploke, destinada a servir de libro de texto para alumnos de BUP y autorizado finalmente tras una larga polémica.

Entre los galardones que recibió, en marzo de 2003 se le concedió el Riojanos del Mundo en la categoría de Letras por dedicar su vida a la defensa de la filosofía académica, la singularidad de su pensamiento y su extraordinaria trayectoria.

Desde 1997 dirigía la fundación que lleva su nombre y, en 1995, publicó junto con Amando de Miguel, Javier Sádaba, Gabriel Albiac y Gonzalo Puente Ojea el volumen titulado La influencia de la religión en la sociedad española. La obra El Mito de la Cultura lo llevó a la final del Premio Nacional de Ensayo, en noviembre de 1997.

En 2000 publicó España frente a Europa, en el que el proceso de unión europea era cuestionado por el filósofo, para quien no era más que una invención. Ese año también salió a la luz el ensayo Televisión: apariencia y verdad, en el que Bueno declaró que trazaba un primer ensayo de análisis general de las ideas de apariencia y verdad, tal como ellas se abren camino en la pantalla de televisión.

Gustavo Bueno reflexionó acerca de la telebasura en su obra Telebasura y democracia (2002) y publicó un artículo sobre el programa Gran Hermano. (I)