El Padre César graba un unplugged luego de llevar el rock al Vaticano (Video)

El sacerdote argentino César Scicchitano cumplió un sueño: llevar el rock al corazón del Vaticano. Su banda ‘El Padre César y los Pecadores’ se convirtió en el primer grupo rockero en tocar dentro de los muros vaticanos con la venia del propio papa Francisco, a quien conoce hace 18 años.

El recital se realizó en septiembre pasado, en el hall del aula Paulo VI, bajo el auspicio de la entidad educativa Escholas Ocurrentes,  que invitó al sacerdote argentino y su banda a tocar su tema ‘Siembra la paz, cosecha la vida’ en el marco del Partido Interreligioso por la Paz celebrado en el Estadio Olímpico de Roma.

“Esa canción la grabamos con un sirio, un judío y un evangélico cristiano. Tocamos ante 40 personas de Escholas. Francisco no estaba presente, pero actuamos en el Vaticano porque él lo autorizó. Somos el primer grupo rockero en tocar ahí”, cuenta a EL TELÉGRAFO el padre César.

El sacerdote, de 51 años, nació en la ciudad de Buenos Aires y asegura haber sido bendecido con 2 dones: “todos tenemos una bendición divina y otra humana. Para mí, la humana me dio la música y la divina, el sacerdocio”, sostiene el padre César.

Si no fuera por la sotana que en los fríos días del invierno austral usa debajo de su chaqueta de cuero, el padre César, de físico robusto, jamás sería confundido con un sacerdote. Su estilo incluye habitualmente patillas, anteojos, gorra y zapatillas deportivas Converse negras.

El ‘cura rockero’ es autor del tema ‘Yo quiero un papa latinoamericano’ que grabó en su disco Desde el fin del mundo en 2011, un año antes de la proclamación de Francisco.

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La letra de la profética canción dice “yo quiero un papa latinoamericano, con los pies en el barro/ abriendo puertas, ventanas y armarios/que corra aire fresco, aire renovado/ este lado del mundo tiene mucho para dar”.

En las mañanas es ayudante del cura de la Parroquia Sacratísimo Corazón de Jesús del barrio porteño de Villa Luro. Oficia misa los miércoles y sábados y trabaja en varias escuelas religiosas. En las tardes y noches se dedica a la música.

“Descubrí mi veta musical a los 16 años, luego de pelearme con una chica. Me senté ante el piano de mi madre. Ahí saqué de oído una canción de Charly García, ‘A los jóvenes de ayer’. Decidí entonces armar una banda con mis amigos del colegio”, cuenta.

Empezó a estudiar, a componer sus propias canciones y tocar en algunos recitales. César se sentía influido por el rock argentino de Charly, Luis Alberto Spinetta, Papo, León Gieco, Manal y Vox Dei, y por los grupos internacionales The Rolling Stones, Deep Purple y The Beatles.

“Pero un día, después de un show, cuando desarmábamos los equipos, me di cuenta de que algo me faltaba. Yo no era creyente, pero acompañé a un amigo a la parroquia de San Ramón Nonato y me encontré con un grupo de gente que más que decir hacía cosas por los demás”, cuenta.

Entonces entró al seminario del barrio porteño de Villa Devoto, el mismo lugar donde décadas antes había estudiado Jorge Bergoglio. Fueron ocho años de formación religiosa y César salió de allí como el ‘Padre César’, pero jamás pudo alejarse de la música.

Su pasión lo llevó a cantar, como seminarista, en la ordenación de Bergoglio como obispo en la Catedral de Buenos Aires en 1992. Pero 3 años después, César entró en conflicto consigo mismo. “En la parroquia donde estaba no tenía espacio para la música. Y me recomendaron ir a ver a Bergoglio”, recuerda.

En el Obispado, el padre César se encontró con un hombre “con un corazón inmenso que me permitió desarrollar lo que Dios me dio en la vida”. Desde ese día llegó a la parroquia donde cumple su llamado pastoral sin olvidarse de la música. “Bergoglio, como haría un buen padre con su hijo, me pidió realizar lo que Dios puso en mi corazón”, sostiene.

Desde entonces mantiene una estrecha relación con el Papa. “Un día, en 2001, estaba hablando con él y me pidió componer una canción dedicada a las prostitutas porque estaba preocupado por la trata de personas. El tema se llama ‘Amor abandonado’. Me dijo que debía escribirlo no desde la condena sino desde una misericordia profunda”.

“Yo no puedo dejar la música porque sería atrofiar lo que Dios me dio. Me transformaría en un abortista, quitaría una  vida que existe dentro mío”, asegura.

“Toco teclados, canto y compongo. Tengo 20 discos. El próximo sale por la disquera Sony en noviembre o diciembre. Es un disco que por primera vez no tiene canciones mías. Son temas populares de la Iglesia, de las misas, de todos los tiempos, de estilo unplugged. Tenía ganas de hacer un disco hacia adentro de la Iglesia porque siempre hago cosas hacia afuera. Es un cancionero centenario. Me pareció el momento de generar algo más”, cuenta.

Y añade: “mi música es una música con valores del corazón, del alma. Se puede decir que hago rock cristiano. Pero también rock cristiano es la canción ‘Rezo por vos’, compuesta  a dúo por Charly García y Luis Alberto Spinetta. La música es una y es siempre un acontecimiento espiritual. Le puedo cantar a la Virgen, pero también a las prostitutas con un lenguaje distinto”.

El padre César sale de gira los fines de semana por el país. Lo acompañan los demás miembros de la banda: Lucas Mansilla y, a veces, Alejandro Dixon, en batería; Guillermo ‘Chaca’ González, en bajo; Horacio Blasco, Marcelo Zanetti  (Marc Anawin) y Angel ‘el Tucán’ Stalo, en guitarras.

El padre César mantiene el contacto con el papa Francisco, tras ser elegido le envió una carta para agradecerle por su apoyo. “Él siempre me llamaba “musicista” (músico, en italiano). Francisco lleva adelante un pontificado que abre un camino hacia otro lugar. Y yo estoy muy feliz de poder ser testigo de esto”, manifiesta.