El mural de Mujeres Creando no será removido
El pasado 2 de agosto, el secretario de Cultura de Quito, Pablo Corral, y la directora del Instituto Metropolitano de Patrimonio (IMP), Angélica Arias, anunciaron en una rueda de prensa que el mural denominado ‘Milagroso altar blasfemo’, hecho por el colectivo boliviano Mujeres Creando, debía ser removido porque no contaba con los permisos para haber sido ejecutado sobre una estructura patrimonial.
El mural forma parte de la muestra colectiva La intimidad es política, que se presentará en el Centro Cultural Metropolitano (MET) hasta el próximo 29 de octubre. Esta propuesta reúne el trabajo de 17 artistas y colectivos feministas de diversas partes del mundo.
A un mes de que las autoridades municipales tomaron esa decisión, la terraza donde se exponía el trabajo de Mujeres Creando estuvo cerrada, sin acceso a los visitantes y sin que se haya restaurado la pared patrimonial donde se pintó el mural que, según un informe emitido por el IMP, fue afectada. La pared donde se realizó la obra colinda con la Iglesia de la Compañía.
Pilar Estrada, directora del MET, anunció que la Secretaría de Cultura le propuso mantener el mural hasta el cierre de la exposición, pero que solo se lo podrá ver bajo visitas guiadas. Estrada le dijo a este diario que los recorridos los hará ella misma, 3 veces por semana y que las fechas con los horarios de las visitas se anunciarán cada lunes.
El mural provocó un fuerte debate en la sociedad por los símbolos religiosos que utiliza, cuestiona y reinterpreta, al punto de que la Conferencia Episcopal Ecuatoriana (CEE) emitió un comunicado manifestando su malestar por los contenidos de La intimidad es política.
En el boletín de la CEE se criticaba que “los grupos organizadores de tal muestra pictórica, en nombre de la libertad de expresión, atentan contra los derechos fundamentales de otras personas que disentimos de sus posiciones ideológicas; pues, supuestamente, luchan contra la homofobia, pero no dudan en promover la burla y la fobia contra los creyentes, particularmente contra los cristianos católicos”.
El mural ‘Milagroso altar blasfemo’ fue una obra producida, pintada y concebida por Esther Argollo, Danitza Luna y María Galindo. La pieza reinterpreta desde la crítica y la ironía la función colonial que tuvieron los altares instalados históricamente en América.
Aunque las autoridades municipales rechazan la idea de censura, el colectivo boliviano piensa lo contrario, expresando su postura en una carta: “La censura ha usado el argumento del patrimonio, aunque el altar no causa daño patrimonial alguno; el tipo de pintura usada ha sido cuidadosamente seleccionada por personal técnico del centro”.
La intimidad es política, una exposición curada por la española Rosa Martínez -quien fue la primera mujer directora de la Bienal Internacional de Venecia, en 2005- presenta las múltiples formas en que se expresa el deseo, la clase, la raza y el género. Hay obras de Zanele Muholi, Juana Córdova, Santiago Sierra, Marina Abramovic, entre otros. (I)
