El cine trae al presente la huella del Holocausto
En 1936, el pianista de cabaret llamado Norbert Schultze le puso música a la letra de una canción que escribió años atrás un soldado alemán. Tres años después la grabó en disco la cantante Lale Andersen, quien popularizó la canción hasta el punto que los servicios de propaganda del Tercer Reich decidieron hacerla suya.
Lili Marleen, de Rainer Werner Fassbinder, es una película que narra la historia de una canción que, durante la Segunda Guerra Mundial, se convirtió en un himno para el nazismo y, luego, para el bando aliado.
La cinta forma parte de la muestra La Fractura del Siglo, que se inaugura hoy en el Ochoymedio (Valladolid N24-353 y Vizcaya), a las 20:00, con la proyección de El hijo de Saúl, de László Nemes.
Ganadora del premio Óscar a Mejor Película Extranjera, El hijo de Saúl relata la labor de un comando de prisioneros que ayudaba a los nazis en la limpieza tras el exterminio de judíos.
La Fractura del Siglo es una iniciativa de la artista Sara Roitman, con el Ochoymedio, y se realiza para recordar el Holocausto, “para rendir tributo a las vidas de los que fueron víctimas de una de las mayores atrocidades en la historia de la humanidad, y quizás, del hecho que definió para siempre nuestro presente y futuro”, indican los organizadores en un comunicado.
Los filmes que se presentan en la muestra abordan este fatídico hecho desde la filosofía, las historias íntimas, hasta los grandes retratos históricos. Entre ellos están Austerlitz, de Sergei Loznitsa; Mr. Gaga, de Tomer Heymann; o Hannah Arendt, de Margarethe von Trotta, cinta que retrata el momento en que la filósofa alemana reporta para el New Yorker el juicio de Eichmann, lo que provoca que ella cree el concepto de “banalidad de la maldad”.
La exhibición fue curada por la distribuidora Vaivem y estará hasta el 29 de enero. (I)
