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Juan coba, j. antonio coba, marcelo leyton, jaime pérez y aníbal páez forman parte del elenco de caretas/personajes/coro

Celeste, o de cómo el juego es un asunto tan serio para la historia (Galería)

Celeste, o de cómo el juego es un asunto tan serio para la historia (Galería)
08 de agosto de 2014 - 00:00 - José Miguel Cabrera Kozisek


Eso era otro día,
Le pagabas a la curía.
Hoy es otra verdad:
pagas por la libertad
Capitán José, Celeste

 

Con sangre se escribe la historia. Pero la historia es frágil. Y es un tema recurrente para Arawa, el grupo de teatro de la Universidad de Guayaquil, que hoy estrena en La Fábrica una temporada de Celeste, su último trabajo. Luego de Soliloquio épico coral, una especie de making off que retrata la historia y el imaginario del Guayaquil regenerado mientras sus actores nos cuentan su imposibilidad de montar la obra, Arawa va un poco más atrás, y con Celeste, escrita y dirigida por Aníbal Páez, se pregunta sobre otras memorias locales.

“La historia tiene su propia unidad de medida. No son los años, (…) son los muertos”, recuerda Marcelo Leyton, circunspecto, al inicio de Celeste, en uno de los primeros ejercicios brechtianos de romper la cuarta pared, tan asimilado por Arawa.

Todo empieza con un sueño. Sumergido en una cómoda bañera, Similar (Juan Coba) -un supuesto héroe de una supuesta independencia cuyo rostro es una careta de año viejo-, exclama que ha soñado con una luciérnaga, cuya incendiaria nalga le ha mostrado la aurora gloriosa de la libertad. Es un sueño de autonomía.

Entonces llega Lomismo (Juan Antonio Coba), un poeta engreído que se acomoda con Similar en la bañera para discutir el destino de las tierras que habitan, y que se encuentran bajo un cada vez más leve dominio español.

Mientras Lomismo y Similar planean cómo mover los hilos para alcanzar el último día de despotismo, los nativos sufren con los impuestos de la corona y la iglesia. El padre Pedro (Jaime Pérez) y Pepe (Páez) se acercan cantando para cobrarle a un nativo (Leyton), que protesta porque ya había pagado el día anterior.

–Es que ayer era otro día, lo cobraba la curia. Hoy es otro cuento, lo cobra el regimiento –responde Pepe, mientras se jacta de hablar rimado, como en el Siglo de Oro.

El de Arawa es un humor de situación, ya refinado, ya popular (o “por pulir”). Fundado hace 30 años por Juan Coba, la identidad del grupo está en un lenguaje escénico lleno de textos fragmentados que recitan sus personajes, monigotes que –como quien no quiere la cosa– sueltan crueles líneas en un ambiente satírico. Nos hacen cuestionárnoslo todo, pero reír es inevitable. Es decir, lo de Arawa es un juego.

Un juego épico, además, que siguen los personajes de Celeste, un grupo de próceres que canta y baila con temas de Chespirito adaptados, mientras deciden con qué libertador irse. O –palabras más, palabras menos–, quién es el mejor postor. Siempre con un humor negro que sostiene los hilos de ese teatro de poco recurso que hace Arawa, Celeste revuelve –ni tan sutil, ni tan obvia– algunas de las figuras que sirven como soportes de ese sentimiento llamado guayaquileñidad.

Celeste es un “neopanfleto por pulir contemporáneo”, detalla el programa de mano. Páez explica que, no sin cierto temor, Arawa decidió identificar a su propuesta estética como un panfleto (pese a la idea peyorativa que existe sobre este género), por su “arquetipo poético”.

Talvez un panfleto es la mejor forma de hablar de otro panfleto. Sobre todo cuando, después de lograr la tan anhelada libertad, a esta se le fija un precio.

El mismo nativo que era visitado por los cobradores españoles, ahora recibe a 2 próceres. Que también cobran. Una vez más, reclama: “Ya me cobraron ayer los españoles, y hoy somos libres de España”.

–Es que ayer era otro día./ Pagabas a la tiranía./ Hoy es otra verdad,/ pagas por la libertad –contesta, sabroso, el capitán José, que se sorprende de sí mismo (como antes hizo Pepe, el español del regimiento) por sus rimas. –Estoy que rimo en prosa./ ¡Cómo se heredan las cosas!

A excepción del color de la sangre. “Nunca serán como esa gente. Ellos tienen la sangre azul. Y la de ustedes no llega ni a celeste”, replica el nativo. La siguiente gesta la enuncia el teniente Vicente: “La mía será celeste”.

Es gracioso: A cualquier cambio de opresor le llamamos libertad.

 

 

DATOS

*Celeste se estrena hoy (20:00) en La Fábrica (Urdesa, Guayacanes 215 y 2da). Y se repite mañana (20:00) y el domingo (19:00).

*Dramaturgia y dirección: Aníbal Páez

*Caretas / Personajes/Coro:
Juan Coba: Lomismo, Marqués Criollo, Él mismo
J. Antonio Coba: Similar, hija fea, Él mismo
Marcelo Leyton: Torturado 1, Nativo, Prócer, Estrellita, Él mismo
Jaime Pérez: Mensajero muerto, Torturado 2, Padre Pedro, Teniente Vicente, Él mismo
Aníbal Páez: Acompañante del mensajero, Pepe, Capitán José, Él mismo

*Iluminación y sonido
Fiorella Figueroa

*Entrada libre (a la gorra). Mínimo: $ 5.

 

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