Abdón Calderón conjuga la pintura con la docencia

Camina a paso lento, su memoria sigue intacta y su trabajo en el arte se mantiene activo. Abdón Calderón, de 74 años, recuerda con facilidad su época de estudiante en el Colegio Bellas Artes y su experiencia como docente de primaria en pintura.

Con voz pausada y una expresión permanente de satisfacción, Calderón dice que sus 50 años en el oficio avalan sus conocimientos, los cuales imparte, en la actualidad, a jóvenes y adultos que se inscriben en los talleres de pintura del Teatro Centro de Arte (TCA).  

En esta institución cultural  lleva cerca de 3 décadas educando sobre  técnicas contemporáneas de pintura. Su alumnado resalta su paciencia a la hora de enseñar.

Confiesa que no se propuso ser docente, todo fue una casualidad. Cuando se graduó, en 1967, a lo único que aspiraba era reunir dinero para viajar a Europa y aprender nuevas técnicas en las artes plásticas.

“Las cosas no se dieron o, tal vez, me faltó decisión. En mi época era difícil que la gente comprara un cuadro. Tocó aprovechar la oportunidad laboral como profesor en la escuela municipal Mercedes Moreno Irigoyen. Ahí me di cuenta de que yo aprendía de los niños y eso me gustó mucho”, relata Calderón, quien también fue presidente de La Asociación Cultural Las Peñas, una entidad que se creó para que noveles pintores expongan sus trabajos.

Todo su aprendizaje se lo debe a sus maestros César Andrade Faini (pintura), Alfredo Palacios (escultura) y Martínez Serrano (dibujo). Sin embargo, Abdón Calderón enfatiza que para “triunfar en una profesión simplemente se necesita amar lo que se hace, para que todo salga bien”. Punto.

Sobre su preferencia a la hora de pintar, Calderón explica que le gusta explorar la raza negra como tema principal de sus cuadros, y usa  técnicas del impresionismo y del expresionismo. “Estudié la problematica de esta población y en mis cuadros de óleo sobre tela intento comunicarme directamente con el espectador al contar cómo son ellos, su carácter alegre, su proceder, su cultura...”.

Hace varios años dejó de exponer su trabajo en galerías, pero continúa creando sus propias obras en su casa-taller, ubicada en la ciudadela Coviem, al sur de Guayaquil.  “Ya tengo una trayectoria consolidada. Mis clientes compran directamente mis pinturas. Las vendo desde $ 500 hasta $ 3.000”.

Él se mantiene en constante ejercicio creativo cuando dicta sus clases, las cuales son personalizadas, con el fin de que cada estudiante desarrolle su talento y, al mismo tiempo, pierda algunos miedos a la hora de pintar.  

Calderón se caracteriza por dar libertad para que sus talleristas pinten lo que deseen. “No les impongo mis gustos ni mis ideas, solo los guío en la parte técnica”.

Esa versión es confirmada por su alumna María Luisa Tapia, quien lleva 9 años perfecccionando su arte junto a él. Su orgullo -dice- es que ya ha expuesto sus cuadros en el TCA y en la Casa de la Cultura, Núcleo del Guayas.

La señora, de 60 años, usa la técnica de óleo sobre lienzo con pincel y con espátula. Su temática está relacionada con la identidad nacional. “Tengo cuadros del Oriente, del campo, del Yasuní, del parque San Francisco, del suburbio de Guayaquil, entre otros”.

Judy Hasing es otra alumna de Calderón. Su pasión por la pintura se fue desarrollando después de dedicarse 18 años al ballet. A ella le gusta indagar en el surrealismo y plasmar las bondades que ofrece la naturaleza. En noviembre del año anterior, presentó, individualmente, 30 cuadros en la exposición Hojas de Vida, en la Casa de la Cultura. Su trabajo se enfocó en comparar las estaciones del año con las etapa de la vida del ser humano.

Ambas talleristas, de profesión arquitectas, coinciden que el maestro Calderón tiene un carácter apacible y les da la oportunidad de crear su propio estilo.

Enterarse de que sus discípulas ya se abren camino de forma profesional en el arte, le provoca a Calderón el regocijo del deber cumplido como docente.

A él, a quien se lo identifica como el ‘Héroe niño’, no le agrada figurar, sino que sean sus estudiantes quienes reciban los elogios por sus obras. El jueves pasado, sus 30 talleristas presentaron las creaciones que hicieron bajo su dirección, en 2016. (I)

Datos

El maestro Abdón Calderón ganó con su obra ‘Meditación’ el Premio Nacional de Escultura en el Salón de Julio, en 1979, la cual permanece en el Museo Municipal.

Trabajó 40 años en el magisterio como profesor de pintura. Se jubiló en 2009. Ahora imparte clases en el Teatro Centro de Arte en los cursos de invierno (de enero a marzo) y  de verano (de mayo a diciembre).

Él también fue maestro del Colegio Bellas Artes durante 8 años. En esta institución educativa tuvo una formación como pintor y escultor. Sus conocimientos adquiridos le permitieron ganar varios premios locales.

Calderón hizo el monumento de bronce del general Ignacio de Veintimilla. También en El Guabo, (El Oro), hizo un monumento del general Manuel Serrano.