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El Telégrafo
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La pieza combina teatro y danza contemporánea

Una obra que desmitifica la figura del héroe (Galería)

Los protagonistas de esta historia, María Elena López y Roberto Sánchez Cazar, son pareja en la vida real. Cortesía Teatro Ojo de Agua
Los protagonistas de esta historia, María Elena López y Roberto Sánchez Cazar, son pareja en la vida real. Cortesía Teatro Ojo de Agua
14 de agosto de 2014 - 00:00 - Carla Badillo Coronado

Una mujer y un hombre; dos cuerpos sobre una misma superficie. Piedras y metales como elementos; metáforas de sí mismos. Si bien no están en el libreto, hay 2 preguntas que a lo largo de la obra aparecen: ¿Quién salvará a quién? ¿Es necesario hacerlo? Las respuestas, desde luego, irán mutando a través de la palabra y el movimiento.

El fin de la lluvia es la nueva propuesta que la agrupación ecuatoriana Teatro Ojo de Agua presenta esta noche, a las 20:00, en la Casa Teatro Malayerba, y que se extenderá hasta el domingo 17 de agosto.

Dirigida por la bailarina y coreógrafa Carolina Vásconez, y protagonizada por Roberto Sánchez Cazar y María Elena López (pareja en la vida real), la pieza combina teatro y danza contemporánea, así como una serie de diálogos que exploran los miedos y contradicciones del ser humano.

Para Roberto Sánchez, El fin de la lluvia es ‘un mapa inacabado sobre las relaciones de pareja y los respectivos roles que nuestra sociedad impone; una geografía construida desde el cuerpo y para el cuerpo; pero, sobre todo, una reflexión sobre la figura actual del héroe. Para ello, el dramaturgo no encontró mejor referente que una de las tragedias más influyentes de la literatura inglesa: Hamlet de William Shakespeare.

De Hamlet a Janlet

Roberto Sánchez cuenta que el montaje de esta obra nació a partir de un texto suyo llamado ‘Janlet, el héroe’, incluido en su libro Variaciones para el tema del asesino (Antropófago, 2012). En él se recrea una nueva versión del personaje shakespeariano que desdeña de su condición de ‘salvador’.

Si bien el texto original (que lleva como subtítulo: Drama ridículo en un acto) tiene varios personajes, Sánchez decidió dejar únicamente a 2: Janlet y Ofelia.

“Para empezar, Janlet llega como una deformación voluntaria del Hamlet shakespeariano, que tiene una relación con Ofelia (quien encarna un poco el arquetipo femenino de la princesa que está en su castillo, inmóvil, esperando que venga el príncipe sobre su caballo blanco a salvarla). Lo que nosotros queremos hacer es romper esos moldes que la sociedad nos sigue imponiendo”, dice.  

Aunque muchos consideran que el tema de los roles es una cuestión anacrónica y cada vez menos frecuente en los debates, para Roberto Sánchez es más actual de lo que la mayoría cree. De hecho, él mismo lo experimenta con su hija a diario.

“A veces me pregunto qué es lo que el mundo espera de ella, sobre todo cuando vemos algunas películas juntos y me doy cuenta de cómo sigue marcada, de una u otra forma, esa imagen de la princesa y el héroe. Un héroe que ningún hombre puede llegar a ser, porque va más allá de nuestras posibilidades humanas”.

Y son, precisamente, esas imposibilidades y remolinos mentales los que se materializan sobre las tablas. Sin embargo, ninguno de los integrantes quiso hacerlo de manera convencional; por eso, más que un libreto, lo que está establecido es un hilo conductor, una guía invisible, a fin de que la historia vaya cambiando de acuerdo a las sensaciones que surjan entre ellos.

“En algún momento se da una ruptura y ya no somos ni Janlet ni Ofelia sino Roberto y María Elena, llevando una relación de pareja; y el público podrá ser testigo de esos encuentros y desencuentros. Él carga con ella, pero ella carga también con él, y depende de ambos  volver a encaminar las cosas para que no se estanquen. Porque hay que admitirlo, a veces, como pareja, todos somos monstruosos”.

La sentencia de Roberto parece sostenerse sobre su propio personaje: un héroe que también necesita ser liberado. Al abrir el libro esa intuición se ratifica en la escena V, cuando J. dice: “Soy Janlet, y eso no es ninguna novedad, al menos no para mí; para mí es más bien una carga, a veces es preferible llamarse: ‘Nadie’ y cegar a monstruos de tierras que jamás he visto. Así al menos no se tiene que actuar de manera coherente, es como ser alguien fantástico que muta”.

DATOS

‘El fin de la lluvia’ se presentará esta noche (20:00) en el teatro Malayerba (Sodiro 345 y 6 de Diciembre, junto a la Iglesia del Belén); y se extenderá hasta el domingo 17 de agosto. Entrada: $ 10. Jueves: 2x1.

Ficha técnica: Dirección: Carolina Vásconez. Actuación: María Elena López y Roberto Sánchez. Dramaturgia:  basada en la obra ‘Janlet, el héroe’, de Roberto Sánchez Cazar. Fotografía: Irene Villacrés y Javiera Guerra.

Teatro Ojo de Agua es un grupo experimental que ha participado en festivales dentro y fuera del país (Marruecos, Argentina, Alemania,  España, Bélgica, Venezuela y Colombia).

Carolina Vásconez es bailarina, coreógrafa y docente formada en filosofía y en danza. Actualmente desarrolla un proyecto en el que el cuerpo es el protagonista.

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