El teatro tiene su fuerza y capacidad de captación con distintas propuestas. “En 2012 tuve la oportunidad de ver ‘Crack’ del ‘Teatro Delle Radici’, una obra que tuvo la capacidad de hacerme percibir con intensidad mi propia fragilidad.

El mismo año vi a Liliana Felipe y pude vibrar de emoción por escuchar sus canciones en un festival que cumplía 15 años, y en cada una de las funciones a las que asistí percibí el interés que teníamos los espectadores de ser parte de este encuentro, buscando ganarnos un espacio dentro de las salas aun cuando ya estaban llenas”, recuerda Estefanía Rodríguez, sobre la edición del Festival ‘Artes Escénicas Guayaquil’ (FIARTES-G) de 2012.

Detrás del telón estaba Jorge Parra, quien fundó un movimiento escénico con el que el teatro que no llegaba a Guayaquil empezó a tener funciones y público. FIARTES-G se realiza de forma continua en Guayaquil desde 1999 con la presencia de agrupaciones internacionales desde su segunda edición. El primero se llevó a cabo por 3 meses seguidos, con la  presencia de grupos nacionales, fundamentalmente en un esfuerzo de gestión independiente, como hasta ahora.

Este año cumple su décimo séptima edición y a pesar de que contaban con la asignación de fondos del Ministerio de Cultura y Patrimonio para gestionar el presupuesto de una serie de grupos teatrales internacionales, “el festival se hace con o sin presupuesto”, dijo su fundador en una entrevista con este diario.

Con la finalidad de cumplir su objetivo, los organizadores debieron reducir la oferta de grupos invitados, tanto nacionales como internacionales.

Para Parra es muy difícil que un festival se sostenga, pues depende fundamentalmente de un presupuesto al que cada vez es más difícil acceder desde la empresa privada.

El FIARTES-G se inaugurará este 29 de agosto con la presentación de la obra ‘Mía Bonita’ y una casa abierta con un mapeo de todo lo que ha sido el festival.