Ecuador, 18 de Abril de 2024
Ecuador Continental: 12:34
Ecuador Insular: 11:34
El Telégrafo
Comparte

Crónica a pie

Gloria saca la mala energía del cuerpo con soplos de 'contra'

Gloria saca la mala energía del cuerpo con soplos de 'contra'
Foto: Mario Egas/El Telégrafo
08 de septiembre de 2016 - 00:00 - Verónica Endara

El cuarto improvisado dentro del mercado San Roque, centro de Quito, es pequeño. Entran con dificultad 3 personas, sin posibilidad de dar ni un paso. Las paredes son estanterías donde hay todo tipo de hierba, una pequeña cocina, ollas y toallas. En la entrada cuelga la piel de una culebra y al fondo la imagen del Corazón de Jesús.

El sonido de las cortadoras de hueso y los gritos de las vendedoras llamando a algún casero desaparecen. La luz es tenue, y en medio de la mezcla de olores, Justin I., de 12 años, se empieza a sacar la ropa.

Gloria Chicaiza, de 47 años, se alista para el trabajo. Desde hace 27 años cura diversas enfermedades gracias a sus conocimientos ancestrales. Bebe un preparado que lo llama contra, una mezcla de trago, cuero de culebra, ayahuasca, chuchuhuazo y zaragoza, esto le ayuda a que no se peguen las malas energías y más bien le restablezca el buen ánimo. El olor y el sabor de la bebida es fuerte, hace que en un instante circule una corriente caliente por todo el cuerpo.

Gloria empieza el ritual. Con 2 huevos de gallina persigna al niño de estatura pequeña y tez morena, después los pasa por todo su cuerpo pidiendo a Dios por su salud y que salgan todas las malas energías que -según explica- los adultos suelen pasar a los menores, seres delicados que todavía son ángeles.

En una olla, la mujer de estatura pequeña que usa dos chompas y dos pantalones para combatir el frío del mercado, coloca hojas de ruda, marco, santa maría, zorroyuyo, chímbalo y varias hierbas amargas. Las moja con trago y les prende fuego. Las revuelve hasta que la candela se consuma. Las hierbas aún calientes la frota por el cuerpo desnudo del menor. Finalmente, le sopla colonia preparada. Se rompen los huevos dentro de una funda transparente y aparecen varios puntos, Gloria les dice ojos y representan las suciedades que se reciben en la calle. Justin se viste y sale del pequeño cuarto con una sonrisa, aunque con picazón. Gloria le acaba de limpiar el espanto.

Junto a ella trabaja su hermana Laura, de 44 años, y su madre Luz María, de 80. Las tres se dedican a vender hierbas y todo tipo de productos para atraer las buenas energías. La gente ya las conocen, los clientes van y vienen, se acercan con sus dolencia buscando sanación. Llevan velas, huevos y cuyes. Este último, en la medicina ancestral, reemplaza a sofisticados equipos médicos, pues -según Laura- saca una radiografía exacta de los malestares del cuerpo humano.

En estos puestos se encuentra todo tipo de hierba para limpiar y curar diversos males. Sin ningún tipo de reserva, Gloria da algunos consejos para eliminar la mala energía en el hogar. Primero, deben salir todos de casa para evitar el humo que sale de la primera limpia que se lo hace con cáscaras de ajo, romero y laurel, incluso con azufre. Después de 30 minutos, toda la familia puede ingresar al hogar y realizar otra limpia con sahumerio, azúcar, canela e ishpingo.

Hasta ahí llegan personas de todas las edades en busca de limpias o baños. Por ejemplo, el baño amargo sirve para desalar el cuerpo, se lo usa cuando no se tiene ganas de levantarse de la cama, ni de ir a trabajar, este libera las malas energías. Se lo realiza con la orina del cliente, mezclado con detergente y limón, al final se enjuaga con hierba mala. El baño de agua dulce se lo hace con naranjas, caramelos, media raspadura de panela y todas las hierbas dulces como nogal, manzanilla, romero, entre otras, esto sirve para endulzar el cuerpo. Y aunque parezca incómodo, estos baños se los realiza en el pequeño cuarto en medio del mercado.

“Primero es Dios, luego es uno, yo les ayudo, pero tampoco soy maga. Todo se logra gracias a la fe en Dios”, dice Gloria. Y es que estas mujeres son católicas y consideran que tienen un don en sus manos que funciona solo si sus pacientes tienen fe.  

Estas 3 mujeres adquirieron estos conocimientos ancestrales de mano de sus familiares y a la curiosidad. Los han conservado por varias décadas y actualmente algunos de sus hijos también lo están aprendiendo.

Las limpias son procesos de sanación que lo practican personas creyentes en las malas energías. Lo hacen con oraciones, pidiendo a santos y ángeles que curen al paciente, y con productos naturales. Para ser curandera se requiere fuerza de carácter, pues si el corazón es débil, fácilmente les podría afectar los malestares de sus pacientes.  

Limpiar a un menor de edad (niño) cuesta $ 5, en los mayores depende del malestar. La limpia con el cuy y con huevo tiene un costo de $ 20; si es solo una chequeada el valor es de $ 10. (I)

Para estar siempre al día con lo último en noticias, suscríbete a nuestro Canal de WhatsApp.

Contenido externo patrocinado