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El Telégrafo
*Fernando Falconí Calles

La Guerra de Cuarta Generación

31 de julio de 2015 - 00:00

Es el término usado por analistas y estrategas militares para describir la guerra en la era de la tecnología informática y de las comunicaciones globalizadas. Fue en 1989 que se inició la formulación de la Fourth Generation Warfare (4GW). Se la visualiza como un conflicto pos-Guerra Fría.

Tras los ataques del 11 de septiembre, en Estados Unidos, la Guerra de Cuarta Generación se complementa con el uso del ‘terrorismo mediatizado’ como estrategia y sistema avanzado de manipulación y control social. Se produce -por primera vez- el uso sistematizado del ‘terrorismo’ (realizado por grupos operativos infiltrados en la sociedad civil) complementado con operaciones psicológicas mediáticas orientadas al aprovechamiento social, político, económico y militar del hecho ‘terrorista’.

La ‘Guerra Contraterrorista’ es, por tanto, una variante de la 4GW porque borra las fronteras tradicionales entre ‘frente enemigo’ y ‘frente amigo’. Sitúa como eje estratégico de disputa la guerra contra un enemigo universal diseminado por todo el planeta: el terrorismo. La lógica del nuevo enemigo de la humanidad se articula operativamente a partir de la Guerra Contraterrorista, que implica un salto cualitativo en la metodología y los recursos estratégicos de la 4GW al servicio de los intereses imperiales de la potencia hegemónica del sistema capitalista: Estados Unidos.

El desarrollo tecnológico e informático, la globalización del mensaje y las capacidades para influir en la opinión pública mundial convierten a la Guerra Psicológica Mediática en el arma principal de la 4GW. Las operaciones militares son sustituidas por operaciones con unidades mediáticas y de acción psicológica para influir en las masas.

A partir del 11-S de Estados Unidos (porque también hay un 11-S chileno) la Guerra Contraterrorista y la Guerra Psicológica forman las dos columnas estratégicas que sostienen a la 4GW, con los medios de comunicación convertidos en los nuevos ejércitos de conquista.

En consecuencia, la columna vertebral de la 4GW se enmarca dentro del concepto de Guerra Psicológica, que no es otra cosa que el empleo planificado de la propaganda y la acción psicológica orientadas a direccionar las conductas de la gente, sin recurrir al uso de las armas. Los ejércitos son sustituidos por grupos operativos especialistas en comunicación y psicología de masas. A diferencia de la guerra convencional, la 4GW no se desarrolla en teatros de operaciones visibles, no hay frentes de batalla con elementos materiales: la guerra se desarrolla sin orden aparente y sin líneas de combate. Los nuevos soldados no usan uniforme y se mimetizan con la población civil. El objetivo no es la destrucción de infraestructura material; se trata de controlar el cerebro humano. El bombardeo militar es sustituido por el bombardeo mediático. Los fusiles, tanques, misiles, son sustituidos por los medios de comunicación, que constituyen las nuevas armas.

No cabe duda de que algunas tácticas y estrategias de la 4GW se están aplicando en Ecuador. En consecuencia, es necesario que los funcionarios del régimen que tienen responsabilidades en el frente político dejen la comodidad de los escritorios y comiencen a ejercer militancia activa, con permanente contacto con las bases, para que las mentiras sistemáticas de la oposición (que son parte de la Guerra Psicológica) sean derrotadas por las verdades de la Revolución. (O)

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