Publicidad

Ecuador, 29 de Marzo de 2024
Ecuador Continental: 12:34
Ecuador Insular: 11:34
El Telégrafo
Xavier Lasso

Campaña desigual

23 de enero de 2018 - 00:00

En tiempos de campaña resulta difícil apelar a una pizca de honestidad intelectual. Todo tiende a ser reducido y quedamos a expensas de la propaganda, la repetición, la farsa. Es lo que estamos viviendo ahora. El “sí”, la posición única de los medios masivos de información, han cerrado filas alrededor de esa opción, creando un ambiente desequilibrado y descaradamente sesgado, es presentado como la salida, la salvación.

Y en ese lenguaje que se impone desde los medios y la mayoría de sus columnistas, algunos hasta usando sus espacios para resolver viejas rencillas personales, la posibilidad de lecturas críticas resulta aspiración absurda. No hay vocación para un ejercicio que demanda desprendimiento y mucho compromiso con lo que llamamos búsqueda de la verdad, la utopía mayor. Caudillo dicen, porque en sus intereses no hay espacio para reconocer a un líder que, como no había bajado del cielo, también traía una carga de errores e imperfecciones.

Usan un lenguaje tramposo, nos dicen que la democracia siempre será mejor con la alternancia, como si la reelección, ahí el pueblo siempre decidirá, significa automáticamente perpetuar una opción. Los procesos políticos no son caprichos, no están delineados solo por la capacidades de un iluminado con enorme capacidad de trabajo, con vocación de poder y voluntad para ejercerlo. Ellos, que de propaganda y manipulación saben mucho, se han creído que la gente vota solo por novelería, como si no hubiesen razones más profundas, como el reconocimiento a quién de verdad luchó por abatir los niveles de la vergonzante pobreza que desde siempre nos ha caracterizado. Es tiempo, debería serlo, como dice Emir Sader, también vecino en estas páginas, de un pensamiento crítico que nos permita superar las trampas ideológicas “y teorías que la derecha pone y promueve, dificultando la superación de la alienación”.

Se cometieron errores, eso forma parte de la naturaleza humana y no será desde el neoliberalismo que los corregiremos. No, nunca será desde ahí, porque ha sido el portador de las más grandes tragedias sociales, con su discurso de la austeridad, bueno solo para los otros, ha aumentado el hambre y la desesperanza. Necesitamos más democracia, ninguna duda cabe, pero no será esa restringida que se evoca solo en tiempos de elecciones. Necesitamos una que cotidianamente incorpora más pueblo a los beneficios de la educación, la salud, la recreación artística. No hay autoritarismo mayor que el que propone ese círculo que reduce incesantemente las relaciones políticas con el poder, que destruye ciudadanía y construye preferentemente clientes.

No, por ahí no pasa la historia, no deberíamos permitirlo. (O)

Contenido externo patrocinado

Ecuador TV

En vivo

Pública FM

Noticias relacionadas

Social media