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Sebastián Vallejo

Trump nuclear

30 de diciembre de 2016 - 00:00

El 22 de diciembre Donald Trump tuiteó que “Estados Unidos debe fortalecer y expandir su capacidad nuclear hasta el momento en que el mundo entre en razón sobre las bombas nucleares”. Hay varios niveles en los que esto es preocupante. En todos, el mundo está un poco más en peligro de ser destruido. Eso de que el mundo se va a acabar cada vez es menos profecía falsa de Facebook y más preocupación geopolítica. Pero no nos adelantemos. Comencemos por el medio que utilizó Trump para transmitir el mensaje.

Desde junio, Trump no ha dado una sola rueda de prensa. No la dio antes de los debates, ni después. No la dio una vez que fue declarado presidente electo ni cuando conformó su gabinete con personas que representan lo opuesto a lo que el cargo representa (una secretaria de educación que no cree en la educación pública, un secretario de energía que no cree en el secretariado de energía, etc.). Toda su comunicación se ha dado a través de Twitter. Y esto puede ser un problema. Especialmente porque Trump no está socializando política pública a través de las redes. Está creando política pública a través de las redes. Es decir, desde junio hasta ahora, la mayor parte de su plan de gobierno y sus constantes variaciones se han dado dentro de 140 caracteres (el tuit sobre el armamento nuclear solo tenía 118). Cada cierto tiempo, los analistas políticos tratan de especular a partir de sus exabruptos digitales para entender algo sobre lo que se viene con cuatro años más de ‘esto’.

Aquí vale aclarar que nadie le preguntó a Trump sobre la capacidad nuclear de Estados Unidos. No es un punto de debate nacional, no es parte del debate público. A pesar de la sangrienta y expansiva política exterior estadounidense, desde Nixon hasta Obama, todas las administraciones han manejado el tema nuclear de manera bipartita (un acuerdo entre el Partido Demócrata y el Partido Republicano), constantemente negociando tratados con el Gobierno ruso para reducir el arsenal nuclear.

A la fecha, Estados Unidos y Rusia poseen cerca de 7.000 misiles nucleares y continuamente se hacen esfuerzos por reducir este número. Pero bastó un tuit no solicitado para que Trump sugiriera que su administración se movería en la dirección contraria. La lógica que sugiere que más armas nucleares generan mayor seguridad es perversa. Habrá algún productor de armas que se esté frotando las manos, pero en general, lo único que trae el armamento nuclear es más armamento nuclear. No solo porque la inevitable respuesta de Rusia será incrementar su propio armamento nuclear, sino porque habrá más armamento nuclear para ser vendido en el mundo. Habrá mayor legitimidad para que países con esta capacidad sigan desarrollando su potencial nuclear.

Claro está, todo esto son especulaciones. Porque ni Trump ni su equipo han extendido estas declaraciones. No han dado explicaciones ni tampoco han entrado en detalles. Trump ha tuiteado sobre el sistema de salud, sobre el musical Hamilton y el peso de una mujer que lo está acusando de abuso sexual, cada uno con su propio nivel de seriedad. Pero ninguno termina con la posibilidad de aniquilación mundial. Ni Trump ni su equipo han demostrado poder manejar con seriedad temas fundamentales para su país. Se vuelve cada vez más real la falta de seriedad para manejar temas que conciernen al futuro del mundo. El único contexto que tenemos es que, en los últimos años, Trump ha sugerido que una guerra nuclear es inevitable..

La conclusión: Trump es peligroso. Trump con Twitter es muy peligroso. El mundo se está volviendo un lugar muy peligroso. Feliz 2017 (¿?). (O)

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