Propio de malos perdedores es acudir a denuncias de fraude en forma violenta, que incita a actos vandálicos. Ocurrió con la oposición en Venezuela. En Ecuador, el retraso del Consejo Nacional Electoral para anunciar los resultados lo aprovechó el binomio perdedor para lo mismo, violentas arengas, denuncias de fraude y anticipar que volverá a haber fraude en la segunda vuelta. Van por el poder a la fuerza y tienen los mecanismos para hacerlo como conquistaron el segundo puesto. De su vocabulario están ausentes las palabras patriotismo, bien común, solidaridad, que desentonan en sus entornos bancarios, financieros, oligárquicos, del mercado.
Se enfrentan a una clara victoria de Alianza PAIS, un proyecto con perspectiva soberana y opción por los pobres, nuevamente la principal fuerza política de Ecuador, mientras la oposición está dividida, con bajos niveles de votación, propios de la partidocracia de la que no logra salir.
Sin embargo, los votos por AP fueron insuficientes para un triunfo en primera vuelta; necesitaba unos pocos más para alcanzar el 40%, pero era de ganar con mayor solvencia. Confiamos en que se esté haciendo un severo autoexamen, que tenga en cuenta las críticas que se le han hecho, y que se esté identificando dónde se puede hacer más y mejor con dignidad y humanidad, como se propone el candidato Lenín Moreno.
De Lasso y su violento compañero se espera que desistan de intentar ganar por la fuerza, como se lo ha pedido este diario, que ha encontrado a sus seguidores agrediendo a periodistas, rompiendo puertas de casas particulares, injuriando a los empleados del CNE… y un largo etcétera, como si fuera poco el mal que hacen al país con su propuesta neoliberal de reducción al mínimo del gasto público, eliminación de impuestos y de volver al capitalismo salvaje a lo Macri y Temer.
Es crucial analizar esto en el contexto de lo que viene ocurriendo en la región, para EE.UU., su ‘patio trasero’, que no quiere ver en manos de gobiernos progresistas. Le llegó el turno a Ecuador con el mismo libreto. Desde la noche misma de las elecciones del 19 de febrero, se divulgó lo que pretenden en Ecuador con sus contactos políticos, todo bien documentado en el libro Ecuador en la mira del periodista e investigador noruego, experto en geopolítica internacional.
El libro analiza “las revelaciones de WikiLeaks y la conspiración en el gobierno de Rafael Correa”, que estamos analizando; hoy damos un vistazo a las revelaciones sobre los políticos del binomio CREO-SUMA.
Guillermo Lasso es citado varias veces: “uno de los actores de la élite financiera que aparece como uno de los más cercanos a EE.UU” (p. 26, ver sgts. 27, 28, 29, 46, 47, 49, 155). Andrés Páez, otro asiduo de la embajada, de quien la embajadora Kristie Kenney dice que “había establecido una relación especial con la embajada” (p. 80), y lo declara “contacto cercano y respetado de la embajada. Vemos buenas posibilidades para trabajar con él en el frente laboral; él es uno de los pocos miembros del Congreso que ha seguido activamente las negociaciones del FTA (Tratado de Libre Comercio) hasta la fecha, y ha estado ayudando nuestra agenda de derechos laborales” (p. 81).
Con esta clase de binomio, la derecha pretende llegar a la Presidencia, subordinada al imperio y al diktat de organismos internacionales. (O)
