El posconflicto con las FARC tiene en el Ejército de Liberación Nacional-ELN un reto. Su jefe, Nicolás Rodríguez, ‘Gabino’, lo deja esbozado en su  carta abierta a las FARC, poco divulgada, publicada el 29 de agosto en la revista Insurrección.

Sin rodeos, expresa a sus ‘compañeros’ de las FARC que el ELN respeta, pero no comparte, ‘la esencia’ de los acuerdos con el Gobierno. Como que poseyera un as para negociar algo más radical y estuviera en condiciones de llenar el vacío que deje la desmovilización fariana.

Aclara varios temas. 1. No ve una clara voluntad de paz del Presidente “que les permita desde ya trazar una ruta definitiva hacia la paz de Colombia”, por lo que da un carácter ‘exploratorio’ a sus contactos con el Gobierno. 2. Al  contrario, ha constatado que la intención gubernamental es desarmar las guerrillas, sin que, a cambio, exista la real voluntad de pactar acuerdos que pongan fin a las causas que originaron el conflicto político social y armado. 3. Reconoce que el destino de Colombia no puede ser la guerra, pero la acepta como el último recurso al que la clase en  el poder los ha obligado, y mientras esto no cambie seguirán  asumiendo el derecho a la rebelión. 4. Apela, más allá de la particular coyuntura, a trabajar por el vital fortalecimiento del movimiento de masas, “aglutinando todas las vertientes de la verdadera oposición política nacional, donde la madurez logre deponer las conductas vanguardistas y hegemonistas, que tanto daño causan al movimiento popular”. Y concluye: “Solo una verdadera fuerza organizada de las masas hará posible la lucha por una auténtica paz para Colombia”.

https://www.eln-voces.com/descargas/insurreccion/insu_544.pdf

Es un análisis riguroso, aunque sorprende que siga ‘explorando’ qué clase de paz busca el presidente. Como es sabido, desde un principio de las conversaciones con las FARC, él declaró que quiere una paz que no implique cambios en el sistema político, económico, social, para lo cual trazó la famosa línea roja intraspasable, como condición para iniciar el diálogo. Y al firmar el acuerdo, se vanaglorió de “estar tranquilo de haber llegado al acuerdo”, sin traspasar las condiciones -las líneas rojas- que estableció desde un principio. ¿Qué más quiere explorar ‘Gabino’?

Están dadas las circunstancias para que el ELN tome la decisión de dejar las armas, y se transforme en un partido o movimiento político con personería jurídica para proseguir la lucha, si de veras está convencido de que la guerra no puede ser el futuro del país. Decisión que no iría en contra de sus convicciones. Hoy existen muchas maneras efectivas de luchar sin recurrir a la violencia de las armas.

Al ELN le convendría dejar el maximalismo en sus declaraciones y concentrarse en la socialización de su propuesta concreta para la paz con justicia social, renunciando -desde luego- a la execrable práctica del secuestro y demás violaciones de derechos de lesa humanidad propias de las guerras. En el legado del padre Camilo Torres sobre el amor eficaz tiene una noble inspiración. (O)