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El Telégrafo
Werner Vásquez Von Schoettler

Por un lenguaje inclusivo

29 de noviembre de 2017 - 00:00

Ninguna disputa social, política, cultural, económica, puede estar alejada de la disputa lingüística: no solo de lo técnico, sino de lo cotidiano. Cuando se hace discurso y acción hay dominación; como disputa por el poder, contra el poder. Cuando se habla y se moviliza por la equidad y la igualdad de género, no puede dejarse de lado la batalla de las ideas y de cómo estas se dicen, se construyen en enunciados, en oraciones.

La equidad y la igualdad de género exige un profundo cuestionamiento a cómo pensamos, decimos, hacemos y volvemos a pensar y a decir. No es cosa menor y no se puede permitir que se reduzca una lucha histórica a que si es correcto o no usar el “femenino” en determinados casos. No es un tema de uso correcto del lenguaje, ya que eso sería una falacia y desconocimiento del carácter histórico de las lenguas, más aún en las luchas sociales contra las acciones y pensamientos e instituciones hegemónicas.

Tampoco es un mero formalismo que se adecúa para, dizque, sumarse a la tendencia mediática de los medios de comunicación, por el contrario, la lucha por el reconocimiento debe ser en todos los campos de la vida social.

La lucha por la equidad y la igualdad de género no debe reducirse a lo que dice la RAE, sino en lo que es necesario para marcar, enunciar, explicitar lo que es la realidad, aunque eso no les guste a algunos y algunas. Un lenguaje inclusivo no es una dádiva, sino una legítima táctica en la gran estrategia del combate de todo tipo de violencias instituidas, estructuradas en las sociedades modernas, por lo menos.  

Un lenguaje inclusivo no solo ayuda a visibilizar las diferencias desde la inequidad, sino a comprender la propia lógica de la dominación patriarcal. Como también ayuda a visibilizar cómo se construye opinión pública segmentada: microdiscursos conservadores que quieren reducir a la mujer a reproductora biológica, desconociendo su rol y construcción social; no se diga de las diversidades sexuales que son violentadas sistemáticamente. Un lenguaje inclusivo es herramienta vital para luchar contra la moralización capitalista de la especie humana. (O)

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