Ecuador, 20 de Abril de 2024
Ecuador Continental: 12:34
Ecuador Insular: 11:34
El Telégrafo
Antonio Quezada Pavón

Persiguiendo a la ignorancia

02 de noviembre de 2017 - 00:00

Acabamos de celebrar los 59 años de nuestra Escuela Superior Politécnica del Litoral, de la cual soy parte por cerca de cuatro décadas. El discurso de orden del rector Sergio Flores fue de un sano orgullo por los logros obtenidos: reconocimiento internacional y nacional de su nivel académico, las más altas y exclusivas certificaciones y acreditaciones mundiales a sus programas de enseñanza, sus 10.000 alumnos y 800 profesores, de los cuales casi 200 tienen nivel doctoral y todos ostentan nivel de maestría.

Pero realmente sus palabras fueron de rebeldía contra un sistema educativo que nos subyuga y no permite obtener aquello que llamamos los resultados de aprendizaje institucionales y por los cuales nos hemos sacrificado mucho. Para empezar, nuestro sistema de evaluación debería enfocarse, no en la cantidad de información que proporcionamos y que llegan a conocer nuestros alumnos, sino en el tipo y calidad de preguntas que deben hacerse con dicho conocimiento. No necesitamos formar enciclopedias ambulantes, sino personas que se interesen en construir una estructura mental que provoque aquellas preguntas interesantes que nos permitirán salir de la ignorancia y de la pobreza. Ese es realmente nuestro trabajo.

Estamos en la era de Google y Wikipedia (a pesar de que no son muy académicos), pero si confrontamos la ignorancia y la educación usando estas herramientas, tenemos que concluir que en estos tiempos el modelo de negocio de la universidad va a tener que cambiar. Ya no podemos vender solamente hechos y datos para vivir. Simplemente dicha información ya está disponible con un clic del ratón de su computadora o en su celular inteligente. Cualquier información, por secreta que sea, puede aparecer en algún muro. Solo tenemos que hacer la pregunta.

Es por eso que tenemos que dar a nuestros estudiantes el gusto por salir de las fronteras, de explorar aquello que está fuera de la zona de confort científico, de mirar lo que está fuera o más allá de los hechos. Nuestro sistema de evaluación hace que nuestros jóvenes pierdan interés por la investigación y definitivamente no desean, ni siquiera por necesidad, seguir una carrera en ciencias. Hemos llenado sus gargantas y mentes con información, hechos y datos que esperamos los pongan ordenadamente en un examen, para que luego de esta evaluación vayan a casa sin añadir ningún valor intelectual.

En genética se conoce que siempre obtienes lo que seleccionas. Y aplicándolo a nuestro sistema educativo, suena a una advertencia, pues si siempre vamos a conseguir lo que seleccionamos y parte de lo que seleccionamos está en nuestros métodos de evaluación, que parecen más bien como si estuviéramos escardando. Pero lo que estamos escardando es gente, y probablemente no nos quedemos con lo mejor.

La evaluación debería ser una retroalimentación que se transforma en un experimento de prueba y error. Es la oportunidad de trabajar con nuestros estudiantes un  tiempo más largo con este tipo de retroalimentación que nos nutra de nuevas y emocionantes preguntas. Evaluar estudiantes, evaluar profesores, evaluar universidades, evaluar programas de estudio no es deshierbar, pues si así lo hacemos conseguiremos lo que seleccionamos y miren lo que hemos conseguido hasta ahora.

Es por eso que la Espol nació combativa e innovadora y lidera la educación universitaria nacional, pues está a la vanguardia de los procesos modernos de enseñanza. #YoSoyEspol. (O)

Para estar siempre al día con lo último en noticias, suscríbete a nuestro Canal de WhatsApp.

Contenido externo patrocinado

Ecuador TV

En vivo

Pública FM

Noticias relacionadas

Social media