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El Telégrafo
Alfredo Vera

Otra vez la UNE

25 de julio de 2017 - 00:00

Como era de esperarse, apenas terminó su presidencia Rafael Correa, el sucesor, Lenín Moreno habló de la apertura al diálogo, el grupúsculo de docentes miembros del magisterio nacional, solicitaron audiencia para plantear algo insólito y perjudicial para la educación ecuatoriana: la restitución y legalización de la unión nacional de educadores (UNE), que bien debería llamarse MPD.

En una década, la educación ecuatoriana se ha desarrollado con tranquilidad, cumpliendo planes de mejoramiento de la calidad, entregada con calidez por un magisterio sano y capacitado, en un ambiente de entusiasmo, al constatar la magnitud de los planteles construidos por el régimen, las denominados “Escuelas del Milenio”, en las localidades urbanas y rurales de verdadera marginalidad.

La educación ecuatoriana, en 10 años, ha mejorado notablemente, como lo destacan los organismos encargados de velar los índices de superación, patrocinados por la Unesco.

Una década sin paros ni huelgas para reclamar aumentos salariales o mejoras en las condiciones de los planteles educativos, dejando que la normalidad fecunda sea la normativa de trabajo para incrementar el rendimiento de docentes y alumnado.

La dirigencia del MPD se prepara para volver a las andanzas, de las cuales la sociedad ecuatoriana ya se había olvidado: aquello de que, cada año lectivo, se decretaban por lo menos 4 paros, dos para cada uno de los regímenes escolares, de Costa y de Sierra.

El Ministerio del ramo no puede permitir que otra vez, amparados en el membrete de la UNE, el MPD vuelva a convertirse en el órgano rector de la educación ecuatoriana.

La existencia de un gremio se justifica cuando es capaz de luchar por cosas positivas como las de auto evaluarse o las de velar para que los docentes no intenten destruir la moral de los estudiantes, particularmente de los jóvenes adolescentes y perseguir cualquier utilización de drogas.

El magisterio ecuatoriano está considerado por la Unesco como un ejemplo de superación durante la década ganada. No cabe que, a estas alturas, se permita un retroceso al pasado lleno de conflictividades.

El nuevo Ministro de Educación, persona competente y capaz, no permitirá, con toda seguridad, que la politiquería ponga obstáculos en los avances que hasta ahora se han logrado, desde que ya no hacen falta paros y huelgas para conseguir mejoras en el sistema educacional.

Una demostración de ello es el esfuerzo que hace la educación escolarizada para lograr que se amplíe la capacidad de absorción para los miles de bachilleres que intentan obtener un cupo en las Universidades ecuatorianas.

También es bueno destacar la iniciativa gubertamental para propiciar la salida al exterior de más de treinta mil jóvenes bachilleres, a obtener su título de nivel superior en las mejores Universidades del mundo.

Ante esta realidad, al MPD no le queda otra alternativa que rumiar su tradicional amargura frente a la década ganada y si las cosas continúan así, habrá que agregar cuatro años más de trabajo fecundo.

 

 

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