Considerado uno de los manabitas más representativos. Nacido en Bahía de Caráquez en 1916. Hijo de José Antonio Santos Santos y Alejandrina Rodríguez de Santos. Se graduó de bachiller en el Colegio Nacional Pedro Carbo de dicha ciudad. Obtiene el doctorado con Premio Contenta en 1948, en la Facultad de Jurisprudencia de la Universidad de Guayaquil, donde fue presidente de la Asociación Escuela de Derecho y el primer presidente de la Federación de Estudiantes Universitarios de Ecuador (FEUE), filial del Guayas. Como tal, participó activamente en la Revolución de Mayo de 1942. Fue elegido diputado por Manabí a la Asamblea Nacional Constituyente de 1944-45, que expidió una de las constituciones más progresistas que ha tenido Ecuador.
Contrajo matrimonio con Elena Ditto Diviassi. Guayaquileña, de padres italianos, con quien procreó nueve hijos. Militante de la izquierda progresista, dejó huellas imborrables en la cultura jurídica y política, tanto en el desempeño de importantes cargos públicos, como autor de obras jurídicas, históricas y de cultura general. Quizá la que más apreció fue una pequeña titulada Eloy Alfaro, su personalidad multifacética y la Revolución Liberal, a la cual llamaba cariñosamente “Mi Alfarito”, publicada en 1983, en la que destaca: “Casi todos los pueblos de América Latina, sin considerar desde luego a los comunes padres de la emancipación, tienen un personaje símbolo que encarna sus valores espirituales y culturales… Prohombres de nuestro continente. ¿Por qué los ecuatorianos no nos sentimos orgullosos de nuestro Alfaro. Más conocido y honrado fuera de los linderos patrios?... Eloy Alfaro el heroico mestizo, es indiscutiblemente el hombre símbolo de nuestra patria”.
Anhelo que se cumplió veinte años después, mediante Decreto Ejecutivo del 26 de septiembre de 2003, que reconoció y proclamó al General Eloy Alfaro Delgado Héroe Nacional. En 1975 fue declarado por la ONU, Año Internacional de la Mujer. El doctor Santos ejercía el Decanato de la Facultad de Jurisprudencia de la Universidad de Guayaquil. El Consejo Directivo, con una hermosa resolución, me designó profesora principal de la misma, en la que ejercí todas las dignidades, a excepción del Decanato. En 2002, un distinguido grupo de profesores, estudiantes y trabajadores, me candidatizó para el cargo. El doctor Santos fue designado director de la campaña, la cual exhibió un programa académico que elevaba la formación, dignidad y ejercicio del futuro profesional del derecho, tan venidos a menos, a raíz de la eliminación de los exámenes de ingreso y de la especialización del bachillerato en Ciencias Sociales. Mas aquella posibilidad se esfumó por la diferencia de un voto. “¡Muero frustrado!”, me dijo en cierta ocasión.
Entre otros cargos y funciones que desempeñó, constan:
-Delegado de Ecuador a la Convención de Ciencia de Instituciones Fiscalizadoras, reunida en Viena (1963).
-Primer Decano de la Facultad de Jurisprudencia de la Universidad Laica Vicente Rocafuerte (1963).
-Fundador y primer Director de la Escuela de Sociología de la Universidad de Guayaquil. Profesor de Derecho Constitucional.
-Delegado al Congreso Mundial de la Paz, celebrado en Moscú, en 1973.
-Elegido uno de los tres juristas del año, por el Colegio de Abogados del Guayas (1986 y 1992).
En el centenario de su nacimiento, rendimos homenaje al profesional honesto del derecho. Al maestro universitario. Al político humanista. Al combatiente por un Ecuador mejor, justo y soberano.
Y, con José Martí, le decimos:”La muerte no es verdad, cuando se ha cumplido bien la obra de la vida”. (O)
