Publicidad

Ecuador, 29 de Marzo de 2024
Ecuador Continental: 12:34
Ecuador Insular: 11:34
El Telégrafo
Juan Montaño Escobar

Jam-session de desobediencia y resistencia

25 de enero de 2017 - 00:00

Para el proceso de comunidades negras de las Américas, también de Ecuador, son tiempos de calenturas, es el calor crítico de las ideas, del café calientico y reflexivo para afilar la contundencia del axê, de la mente quemando por dentro y enfriándose al verbalizar razones, no es fiebre pasajera, es algo sencillo de describir como una revolución.

Sin cristales rotos y sin amenazas de daño físico a nadie. Miles vuelven a trabajar el lenguaje de las afirmaciones colectivas, de todo el liderazgo histórico negro que heredó lámparas para señalar caminos. Malcolm X descubrió para este cambio de época del siglo XXI la esencia de ese pensamiento: negro del campo. Él se fue a la primera fila: “Yo soy un negro del campo”. Y completó: “Las masas son negros (y negras, JME) del campo”, Malcolm X, vida y voz de un hombre negro, p. 158.

Las candidaturas afroecuatorianas a la próxima Asamblea Nacional están obligadas a ser aquello: cimarrones y cimarronas, sin importar el origen partidista. El maestro Juan García, en el libro escrito a cuatro manos con Catherine Walsh (una hermana de nuestro pueblo) y de próximo arrullo bundeao (lanzamiento, dicen en la intelectualidad de oficio), atestigua que entre sus mayores no escuchó la palabra ‘cimarrón’ para referirse a grupo de personas, esa es una elaboración política y cultural de estas nuevas generaciones. El negro del campo descrito por Malcolm X es el maroon del Caribe y es el cimarrón de Latinoamérica. “El cimarronaje pasa a ser una herramienta para repensarnos, para usar esa actividad de desobediencia y resistencia en el ahora”, Pensar sembrando/Sembrar pensando con el Abuelo Zenón, Juan García y Catherine Walsh, p. 122.

Estas candidaturas, aunque tienen la aprobación de la conducción política de sus partidos y movimientos políticos, no deberían confundirse, no tienen derecho ni permiso, ellas responden al proceso de las comunidades negras de Ecuador y, aplicando el internacionalismo cimarrón, de las Américas. Ellos y ellas serán ese grupito de asambleístas que las cifras buenas de la exclusión racial nos recuerdan con frecuencia. Sus actos políticos “jamás se desligarán de la actitud de desobediencia y resistencia contemporánea de la historia y la memoria colectiva”, escribe el maestro J. García. No la tendrán fácil, sin dudas, porque conciliar temas irreconciliables corresponde a la magia y no a la política.

En esta jam-session se propone ‘desobediencia’ y ‘resistencia’ como una liberación epistemológica, o sea de aprender, desaprender y reaprender. Y no tanto por las corbatas y los trajes que recomienda la asesoría de imagen, este jazzman se siente tentado a gritar: ¡Queremos asambleístas que se reinventen! Esos ancestros que les precedieron tenían ojos en la nuca para no perder de vista a las comunidades y sus batallas parlamentarias, o en otros escenarios fueron por su gente de allá abajo. Fueron radicales porque cumplían la misión de la raíz. (O)

Contenido externo patrocinado

Ecuador TV

En vivo

Pública FM

Noticias relacionadas

Social media