La Navidad y la paz van juntas… con -este año- una orientación particular del papa Francisco: Construyamos la paz mediante la no violencia activa, colectiva y creativa.

¡Cuántos cantos de paz vamos a escuchar y cantar en este diciembre! Ya las propagandas nos inundan de villancicos… con las letras cambiadas por incitaciones comerciales, a pesar del mandamiento: “No utilizarás el nombre de Dios en vano”, o sea, en contra de su voluntad y significado.

El deseo de paz fue el primer mensaje del anuncio de la primera Navidad a unos pastores pobres del lugar donde nació Jesús. Luego proclamará el mismo Jesús: “¡Felices los artesanos de paz! Serán reconocidos como hijos de Dios”. El papa Francisco nos dice que la paz se construye primero en la casa, entre los mismos miembros de la familia. No se puede ser “luz en la calle si se es sombra en la casa”.

Luego de la Navidad, vamos a celebrar el Año Nuevo y nos daremos grandes abrazos de paz. Para el 1 de enero el Papa nos envía su tradicional mensaje sobre la paz. Este año insiste en que la paz se construye mediante la no violencia activa, colectiva y creativa. ¡Basta de violencias y de guerras! “Que la no violencia se transforme, desde el nivel local y cotidiano hasta el orden mundial, en el estilo característico de nuestras decisiones, de nuestras relaciones, de nuestras acciones y de la política en todas sus formas”. Lejos de ser rendición, desinterés y pasividad, el compromiso no violento tiene la fuerza irresistible de la verdad: no necesita de armas; más bien las rechaza. La no violencia activa es nuestra manera de vivir en la dignidad personal y de construir la fraternidad y el cuidado de la casa común. No es cosa de gente débil y temerosa, sino de personas fuertes y decididas que no se satisfacen de medidas a medias ni de compromisos pasajeros. “Esto es también un programa y un desafío para los líderes políticos y religiosos”, añade el Papa. A ver qué dicen nuestros flamantes candidatos tradicionales a la Presidencia de la República con su actual derroche de palabras insignificantes…

Además de ‘activa’, la no violencia tiene que ser colectiva y ‘creativa’, precisa el Papa. Frente a las mujeres asesinadas, las niñas violadas, los presos torturados, las guerras salvajes, la corrupción campante… el compromiso debe que ser colectivo: “¡Juntos somos más! ¡Juntos sí podemos!”. Organizados creativa y valientemente tenemos que luchar contra esta perversidad organizada, este pecado social y estructural. Y recordemos: comienza en casa. Juntos seremos más creativos.

Que en esta Navidad no solamente nos quedemos a cantar con voz en pecho: “¡Gloria a Dios! ¡Gloria a Dios!”, sino que testimoniemos de la gloria de Dios en la construcción de la paz entre nosotros y por dónde se necesitan artesanos de paz. “La no violencia no es un mero comportamiento táctico, sino más bien un modo de ser de la persona… que no tiene miedo de afrontar el mal únicamente con las armas del amor y de la verdad”.

¡Feliz Navidad y un Año Nuevo de paz! (O)