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Gustavo Pérez Ramírez

Avatares políticos de un proyecto trascendental para el desarrollo de Ecuador

30 de mayo de 2017 - 00:00

En un comunicado publicado en La Civilización, periódico cultural fundado en Latacunga en 1856, sobre el cual versó mi artículo anterior, su fundador, el profesor Cassola, informaba que, a comienzos de octubre de 1857, fue a Quito llamado por el Ministro Secretario de Estado en el despacho del Interior, por orden del presidente de la República, general Francisco Robles, para tratar el plan que había presentado para trasplantar a Ecuador las ciencias matemáticas y las naturales, junto con las artes e industrias, un ambicioso proyecto en el que se plantea la transformación de Ecuador en un pueblo científico, artístico e industrioso por medio de la aplicación en grande escala de las ciencias, las artes y las industrias. Y expresa su entusiasmo por ver al Gobierno Nacional seriamente interesado en su realización.

El proyecto había sido aprobado por la Cámara de Diputados y enviado al Senado el 3 de octubre. Allí, ante el senador García Moreno, quien presidía la Comisión de Instrucción Pública, el profesor Cassola presentó su proyecto, que fue inicialmente bien recibido por el objetivo que proponía, “en extremo importante para el engrandecimiento del país”. Las discusiones, sin embargo, se perdieron en consideraciones financieras, y se fue posponiendo y pasando semanas sin que se convocara a discusión el proyecto presentado.

Entre tanto, el 31 de octubre, el senador García Moreno sometió a la consideración de la Cámara su propio proyecto para la enseñanza secundaria y superior de la química y demás ciencias naturales, y el establecimiento de una Escuela de Artes y Oficios, “en sustitución de un proyecto de ley que con el mismo objeto fue presentado a la Cámara de Representantes”.

García Moreno sostuvo que la Comisión de Instrucción Pública reconoce y deplora, como todos los hombres de corazón, el atraso de la República en las ciencias y en las artes; que el objeto de la Comisión ha sido siempre favorecer en lo posible el establecimiento y organización de un buen sistema de enseñanza; que por esta razón juzgó útil el objeto que envuelve la representación del señor Cassola, a saber: la inversión de una suma de dinero para perfeccionar la instrucción pública y ojalá se emplease en este mismo el caudal que se gaste en el mantenimiento de un ejército permanente, pero que fuera del objeto, nada había dicho la Comisión acerca de la forma, prescindiendo de los fondos que se necesitan para plantear el esperado proyecto; que el Ministro de Hacienda tampoco ha dado una respuesta explícita, sino que se ha limitado a decir que el Gobierno no contaba con otros recursos que los que designara el Legislativo: “Fue notoria la obstinación del senador García Moreno por oponerse al proyecto que fue sometido a la comisión que presidía. Pasado un tiempo iría a cerrar la Universidad ‘por defectuosa y absurda’, para, en 1869, fundar la Escuela Politécnica, con científicos alemanes, religiosos jesuitas, que el canciller Otto von Bismarck perseguía en Alemania”.

En la caja # 34 de la Legislatura de 1857 se encuentran los dos proyectos, el del profesor Cassola y el garciano. Es importante para la historia patria que se conozca la verdad. (O)

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