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Tenemos el desafío de concebir una transformación en lo cultural

La Casa de la Cultura Ecuatoriana es más que un espacio de programación cultural, o solo una infraestructura en una ciudad como Guayaquil, con más de 3 millones de habitantes. La CCENG debe de ser un ente cultural abierto, participativo, inclusivo; una institución que democratice la cultura por medio de la difusión y el acceso de la comunidad, de los artistas, del pueblo creador. Hay que recuperar el sentido histórico de la Casa de la Cultura, Núcleo del Guayas.

Es necesario preguntarnos: ¿La Casa de la Cultura responde actualmente a un proyecto de política y gestión cultural pública masificado?, ¿cómo devolverle su institucionalidad como un proyecto nacional y provincial? Estamos ante una ruptura histórica sobre su representatividad, no solo desde lo simbólico en la tradición cultural del país, sino desde lo concreto; donde la Casa debe de estar a tono con el proceso de profundas transformaciones que vive el continente y sus constantes manifestaciones que evolucionan y recrean nuevos enfoques y paradigmas del desarrollo cultural de nuestros pueblos.

Aquel accionar debe ser orientado al trabajo cultural comunitario en función de consolidar nuestra identidad nacional.

Económicamente, la Casa tiene que emprender una importante inversión en lo cultural desde el desvencijado presupuesto que ha recibido estos últimos años, que de acuerdo al actual reglamento de la Ley Orgánica de Cultura, debe ir en incremento, de acuerdo a las realidades existentes por provincia y por condiciones objetivas de producción y cooperación interinstitucional, lo que determinará una evolución en su inversión pública en cuanto a cultura con un presupuesto incrementado en 7,4% para este año, es decir, $ 1’205.446,39.

Factor importante para el crecimiento del presupuesto serán la creación de nuevos proyectos para fortalecer la cultura popular, la tradición social y urbana, y la multiculturalidad; a pesar de no contar en la provincia del Guayas, así como a nivel nacional, de estudios de consumo cultural que determinen la creación de nuevos escenarios de difusión y coparticipación en la promoción y la industria cultural, análisis de costos de producción o su gratuidad entre la población.

Concretamente, el presupuesto anual debe ser distribuido mediante un nuevo régimen de financiación desde el Estado y desde el sector privado, destinado a las propuestas emblemáticas como el Unidad de danza, el Coro de la Casa de la Cultura, el Teatro, el museo Carlos Cevallos Menéndez, la Biblioteca, la Pinacoteca y demás espacios de difusión, como las salas.

Además, es necesaria una partida a la promoción del libro y las publicaciones culturales y científicas de la Casa, con un programa editorial dinámico y la creación del Centro de Investigaciones y el Archivo Histórico de la CCNG, contando con la reorganización de la biblioteca y la actualización de la imprenta.

La implementación de efectivas políticas culturales tiene que ser determinada por principios fundamentales, como la promoción de nuestra identidad, la protección de la diversidad cultural, el  fomento a la creatividad y participación social y popular provincial. Estamos ante un gran desafío: generar un fuerte compromiso institucional para sentar las bases de un verdadero desarrollo cultural para los pueblos de la provincia del Guayas. (O)

Miguel Cantos Díaz
Investigador social

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