El café es un cultivo conservacionista, que casi siempre se cultiva bajo sombra con los árboles frutales o maderables, que con un adecuado manejo de suelos se evita la erosión y de esa manera se contribuye a la protección del medio ambiente y debe ser tomado en consideración en los proyectos de reforestación.
En nuestro país, por muchos años el café ha contribuido directa e indirectamente al sustento de miles de familias, lamentablemente el descenso de los precios obligó a que muchos caficultores abandonaran sus cultivos y destinaran esas tierras al cultivo de pastizales, contribuyendo a ello a la deforestación. Otros abandonaron los campos y emigraron a las grandes urbes, con lo cual se extendieron los llamados cinturones de miseria, se agudizó más el desempleo y el subempleo; para los municipios se les agravó el problema de atender con los servicios básicos a un mayor número de pobladores.
La disminución de la producción de café en nuestro país obligó a la industria a importar más de un millón de sacos por año para cubrir las necesidades de sus industrias, produciéndose con ello un importante drenaje de divisas. Como no es posible conseguir que se mejoren los precios, se hace necesaria la tecnificación para elevar la cantidad de producción por hectárea, para de esa manera reducir los costos de producción y hacer del cultivo de café una actividad atractiva. Por lo que ha llegado el momento de que el Gobierno vuelva los ojos a los campesinos dedicados a la producción de café, sabiendo que con ello se contribuye a disminuir la migración campo-ciudad, y como el cultivo no se lo puede mecanizar, por ese motivo es muy significativa la generación de mano de obra.
Ha llegado la hora de poner manos a la obra, que el señor Presidente dicte un decreto ejecutivo disponiendo que BanEcuador conceda créditos para la siembra de café e instalación de sistemas de riego para los cafetales, con plazos de hasta 10 años y con tasas de interés que no sobrepasen el 5% anual y que el Ministerio de Agricultura brinde la asistencia técnica necesaria. Con ello se lograría mejorar las condiciones de vida de los campesinos y se favorecería al transporte y al comercio.
Víctor Ángel Murillo Herrera
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