No es justo, no es moral, no es ético. Es inadmisible, es inaceptable, es perverso que un juez, basándose únicamente en la palabra de un corrompido, de un mafioso, de un hombre amoral, como es Santos de Odebrecht, decida y mantenga en prisión preventiva al vicepresidente constitucional de Ecuador, Jorge Glas.
¿Cuál es la verdad? En el fondo, millones de ecuatorianos(as) sabemos que esta decisión es el fruto de una colusión entre el poder político, el poder mediático, el poder económico, de los cuales forman parte los autores, cómplices y encubridores del feriado bancario, de los paquetazos de quienes destruyeron la patria ecuatoriana en los planos político, económico y social. Esta decisión constituye una arbitrariedad judicial de la justicia ecuatoriana, como es el caso en Brasil, contra Dilma Rousseff y Lula da Silva. Por estas razones condenamos esta maquiavélica maquinación y exigimos la libertad de Jorge Glas.
Esta injusta decisión la rechazamos, porque es contraria al Estado de derecho ecuatoriano. Millones de personas en Ecuador y en el mundo somos sensibles al sufrimiento de la familia del vicepresidente Jorge Glas, porque amamos la justicia y la equidad. Este atropellamiento a la justicia ha creado en millones de personas cólera y desconfianza en las instituciones del Estado ecuatoriano. Esta injusticia, condenada por la opinión pública, dentro y fuera del país, llena de oprobio a la imagen de Ecuador en el mundo. Este hecho quedará grabado en la historia y la memoria colectiva. (O)
Bolívar Tobar