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David Sánchez vence al tiempo con el atletismo

En la década del setenta, Iván participó en varios realities como ‘Cante usted si puede’ de radio Tarqui. Tenía como manager a David, quien lo ayudó a grabar un disco.
En la década del setenta, Iván participó en varios realities como ‘Cante usted si puede’ de radio Tarqui. Tenía como manager a David, quien lo ayudó a grabar un disco.
Foto: Miguel Jiménez / EL TELÉGRAFO
19 de febrero de 2017 - 00:00 - Javier Tamba Guzmán

Una patada en el tobillo izquierdo lo dejó fuera de las canchas por 6 meses y, de paso, le cortó de por vida el sueño de ser futbolista. No lo podía creer, el impacto duró un segundo, pero le dio un giro total a sus proyectos. Pero, obstinado como es, se negó a decir adiós al deporte y buscó la manera, aunque sea, de practicar su segunda afición: el atletismo. Tanta es su pasión, que hasta ahora David Belisario Sánchez Cruz, con 65 años encima, continúa vinculado a las pruebas pedestres.

Y no es cualquier atleta, no, es de aquellos que se esmeran por prepararse bien y luchar por los puestos del podio. Su logro más reciente es el primer lugar en el Maratón de Miami, en la categoría para personas de 65 a 70 años; la justa se libró el pasado 29 de enero.

Cuando se lo ve trabajando en su taxi, pocos lo imaginarían compitiendo en otras ciudades del mundo, portando un número y con el afán de dejar al país en lo más alto. La dicha de dedicarse de lleno a las bregas de largo aliento se inició en 2007, época en la que vendió todo su patrimonio para pagar las deudas y se retiró, oficialmente, de la labor de microempresario.

David no tenía poco, él y su esposa eran dueños de un almacén en el que confeccionaban jeans y comercializaban todos los materiales que implican estas prendas; también se deshicieron de la casa y el auto. La decisión de desprenderse de los bienes se originó con la salida de sus hijos del negocio; ellos querían andar sus propios caminos y, como no deseaba verse solo, optó por ofertar los activos.

Fruto de la venta obtuvo cerca de $ 86 mil, con lo que subsanó las acreencias adquiridas (créditos por materiales y demás) y se decidió por montarse un ciberlocutorio. Ni este establecimiento (que también cerró) ni su ocupación actual como taxista le reportan las utilidades del anterior; y pese a que no ha podido comprar otra casa, David se siente feliz.

“Tengo tiempo para practicar, participar en las carreras y puedo conocer otros países, algo que jamás hice mientras tenía el taller”.

Pero su historia en el fondismo no es reciente ni se remonta a su intento de jugar en El Nacional, el equipo de sus amores, empezó más bien durante la etapa escolar.

David se estaciona en el ayer, inspira y se recuerda de niño en su natal Pelileo (Tungurahua) cuando salía desde la vivienda de sus padres, ubicada en el barrio El Tambo, e iba corriendo hacia el Liceo Joaquín Arias, situado en el centro.

A él y a sus amigos les gustaba jugar carreras, cubriendo los 2 kilómetros de ida o de vuelta que exigía el trayecto. “Mis hermanos y yo andábamos ‘patilluchos’, cuando no trotábamos, veníamos peloteando. Mamá solo nos daba los zapatos para el desfile de cantonización”.

Después de acabar la primaria, a los 13 años, Sánchez se mudó al barrio El Tejar de Quito, a residir con su hermano Jorge, 17 años mayor.

Jorge era propietario del taller Mouse Mouse donde se hacían jeans. La secundaria la siguió en el colegio nocturno Federico González Suárez, donde se graduó de bachiller en contabilidad.

Este personaje trabajó hasta los 16 años en el Mouse Mouse. Luego le comunicó a su benefactor que se presentaría a las divisiones inferiores de El Nacional y que su anhelo era ser futbolista profesional.

“Jugaba como defensa central en un equipo de la Liga Barrial San Roque, donde me vio actuar Santiago Cheme, volante de El Nacional, con quien me hice amigo. Fue el ‘Motorcito’ quien habló para que vaya al conjunto criollo”.

A David nunca se le pasó por la mente que su paso por el representativo escarlata sería tan fugaz; un choque con un compañero del primer equipo en medio de un ensayo le provocó la dislocación del tobillo izquierdo. No obstante, se emociona al acordar que en el ‘Rojo’ conoció al técnico italiano Vessilio Bártoli o a exponentes como Fernando Maldonado, Tom Rodríguez, Horacio Prado, Eulogio Quintero, Gonzalo Benavides...

Luego de recuperarse de la afección, las prioridades del adolescente tomaron un giro radical. Se enamoró de Angelita Navarro, aunque ambos eran menores de edad, estaba resuelto a casarse con ella.

La persistencia pudo más, se unieron, él tenía 17 y ella 16. Se emociona cuando afirma que Angelita es su primera y única mujer. La pareja procreó 4 retoños: Jacqueline, de 45 años; Geovanny, de 43; Édison, de 39, y Henry, de 35.

Los medios de vida que ensayó la familia fueron variados. Lo primero que se pusieron fue una manufactura de ropa deportiva y Sánchez incursionó, incluso, en la producción discográfica. Esta faceta la desarrolló al tratar de impulsar la carrera artística de Iván, uno de sus hermanos menores, que tenía dotes para el canto.

En la década del setenta, Iván participó en varios realities como ‘Cante usted si puede’ de radio Tarqui y otro de la Gran Colombia, teniendo de manager a David, quien para ayudarlo mandó a grabar un disco con los temas: ‘Plegaria por mi madre’ y ‘Los ojos de mi madre’, en homenaje a su progenitora, doña Zoila Rosa Cruz (†).

Eso le dio viada para entrar en el mundo de las disqueras, empujando varios productos como 2 LP (long play) del músico Nelson Dueñas, el uno con solos de bandolín y el segundo de coplas y canciones.

La incursión formal de Sánchez Cruz en el universo del atletismo arrancó con su participación en la carrera Quito Últimas Noticias, hace 43 años. A partir de entonces y antes de 2007, terció en algunos torneos, pero sin la regularidad deseada. A la fecha ha disputado más de 300 retos.

Sus logros más importantes son las victorias en el Maratón de Buenos Aires de 2007 (categoría 55-59 años), el Maratón Vida para Quito de 2008 (50-59 años), el Maratón de Guayaquil de 2010 (55-59 años), en los maratones 2011 y 2013 de Panamá (60 años en adelante) y el Maratón de Miami 2017.

Su hijo Geovanny define a su padre como luchador y perseverante, un ejemplo y orgullo para la familia. Al hacer memoria cuenta que cuando tenía 10 años y estaba en un curso vacacional de la Escuela Superior Militar (Esmil), David lo instruyó para la competencia atlética que se hacía como finalización del aleccionamiento.

“Faltaba poco para arribar a la meta en la Esmil (Parcayacu); mi tío Vinicio traía a papá en la parte trasera de una moto, yo estaba primero, pero pisé el cordón de mi zapatilla derecha y me caí; los que venían detrás me rebasaron. Me dolió mucho porque quedé tercero, pero para mi padre yo fui el vencedor, lo fundamental es levantarse cuando uno se cae”.

Doña Angelita, de 63 años, esposa de David, lo describe como un hombre trabajador, incansable, amoroso, respetuoso y solidario, un poco cascarrabias, pero siempre responsable. (I)

El parque La Carolina es uno de los sitios donde se entrena David Belisario Sánchez Cruz, quien nació en Pelileo (Tungurahua), el 3 de septiembre de 1951. Foto: Miguel Jiménez / El Telégrafo

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Un representante de quienes luchan por lo que aman

Merced al atletismo, David se ha relacionado con varias figuras de este ámbito como Franklin Tenorio, Juan Araujo (†), Diana Landi, Nancy Osorio, etc. Impulsó por varios años en Pelileo la desaparecida prueba pedestre Hermanos Sánchez Cruz, en la que intervinieron cultores de la talla de Martha Tenorio y Luis Tipán.

Freddy Vivanco, quien lo entrenó hasta 2014, lo reconoce como un representante de las personas que no se dejan vencer por el tiempo y luchan por hacer lo que les agrada. “Con las personas de la tercera edad hay que tener mayor control de salud, pero claro que pueden participar en lides de fondo”, indica.

Los siguientes proyectos de Sánchez en esta temporada son presentarse en el Maratón de Chicago (8 de octubre) y en el de Nueva York (5 de noviembre). Busca auspicios. (I)

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