Convencido de merecerlo, David Hurtado, flamante campeón panamericano sub-20 de los 10.000 metros marcha, manifiesta que ya es hora de que lo incluyan en el Plan de Alto Rendimiento, pues sus resultados hablan por sí solos.

El adolescente, que el pasado 21 de abril cumplió 18 años, arribó a Quito la tarde del último lunes, cerrando la parte más importante de su calendario de competencias en 2017. Lo único que le queda pendiente es una lid de 5 kilómetros, a desarrollarse en octubre, en Estados Unidos.

Los resultados de David en menos de un año son alentadores, no únicamente se consagró campeón sudamericano y continental sub-18 y sub-20, sino que se adueñó de los récords sudamericanos sub-18, sub-20 y sub-23, además de romper la marca nacional juvenil que ostentó Jefferson Pérez por casi 25 años.

El mismo Pérez, único medallista olímpico del país y el mejor deportista nacional de todos los tiempos, lo felicitó por este nuevo registro y le deseó más éxitos.

Para David, este comentario, al igual que las medallas y los récords, le resultan estimulantes, pero no quiere dejarse abrumar, menos perder la perspectiva. Él sabe que debe esforzarse mucho más si quiere, cuando menos, igualar en algo las conquistas de Pérez, a quien reconoce como su máximo referente.

Conseguirlo será difícil. Pérez es uno de los íconos planetarios de la disciplina, pues la marca que inscribió en el Campeonato Mundial de Atletismo, que se celebró en París, en 2003, lo ubican como el quinto mejor tiempo de la historia, según las estadísticas de la Federación Internacional de Asociaciones de Atletismo (IAAF); dicho crono es de 1 hora, 17 minutos, 21 segundos (1h17m21s).

Pero considerando su edad, David tiene todo por delante para escribir su historia y, con la dirección adecuada, podría optimizarse todo su potencial.

Precisamente, preocupado por su futuro, prefiere mantener los pies en la tierra y esmerarse por alcanzar sus metas. En torno a la corona que se ciñó en Perú, comenta: “Este logro lo tomamos con mucha humildad, con mucho cariño; lo obtuvimos a base de sacrificio”.

Añade que debido a su participación no acudió a su grado como bachiller en Mecánica Automotriz del Colegio Técnico Sucre; el acta se la retiró su padre, Jorge Hurtado.

Lamenta no tener todavía el respaldo del Ministerio del Deporte en lo que a la beca del Plan de Alto Rendimiento se refiere y que su preparador, Javier Cayambe, tampoco tenga una mensualidad de la Concentración Deportiva de Pichincha (CDP), la Federación Ecuatoriana de Atletismo (FEA), etc.

Cayambe labora de manera independiente; agradece a la CDP, al Comité Olímpico Ecuatoriano (COE) y al Ministerio del Deporte por enseñarle autogestión; a través de aquello logró el auspicio de empresas privadas; David y él pertenecen al Team Biosil y la Universidad de las Américas (UDLA) le otorgó al joven una beca completa.

Cayambe vive una situación similar a la de Giovan Delgado, aleccionador de la imbabureña Glenda Morejón, campeona mundial de marcha sub-18 en los 5.000 metros; ninguno percibe una remuneración de sus correspondientes federaciones provinciales ni de la FEA. Eso sí, el Ministerio del Deporte ya tomó en cuenta a Glenda en el Plan de Alto Rendimiento.

Respecto a no sobredimensionar los triunfos de David y Glenda, Fabricio Cuichán, entrenador de atletismo que ha laborado para el Ministerio del Deporte, CDP y la Federación Deportiva de Santo Domingo de los Tsáchilas, opina que los logros de estos chicos son muy buenos, pero hace falta un trabajo complementario. “Es necesario hacer con ellos estudios fisiológicos, nutricionales, médicos... para conocer su estado actual, si corresponde a sus etapas de desarrollo (son adolescentes) e, incluso, si no están sobreentrenados”.

Agrega que las recientes victorias de estos chicos evidenciaron fallas en el sistema deportivo: “Si 2 preparadores que no tienen vínculos con las federaciones sacan grandes resultados en formativas, habría que evaluar si los entrenadores de las federaciones son los mejores”.

De fondo, incluso, hay un marco jurídico que resolver, por ejemplo, el profesor Giovan Delgado tiene estabilidad como docente de cultura física en un plantel educativo, ¿pero tendría esa misma estabilidad si acepta ser un entrenador de la FEA?

Considera que este tipo de aspectos es posible solucionarlos, aunque por ahora Delgado y Cayambe obtienen preseas, pero sin que ellos y sus campeones hayan recibido la ayuda requerida por parte del Estado. (I)