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La ferretería que es administrada por mujeres

Madre e hija se dedican por completo a la atención al cliente. El negocio  inició en 1977.
Madre e hija se dedican por completo a la atención al cliente. El negocio inició en 1977.
Foto. Cortesía Ivanna Montoya
13 de octubre de 2016 - 00:00 - Ivanna Montoya, estudiante de la UCSG

En la calle Sucre entre 6 de Marzo y Lorenzo de Garaycoa, se encuentra  la Ferretería Zabrisa, un negocio familiar muy particular cuya atención y administración están a cargo de dos mujeres, quienes también son las propietarias del almacén.

Teresa Brito Medina comenzó con el negocio en  1977 junto a su difunto esposo, Francisco Zapata. La idea surgió ante la necesidad de poseer algo propio y aprovechar así  los conocimientos que su cónyuge tenía sobre la industria ferretera. El nombre del local  nació de la abreviación de sus apellidos Zapata Brito Sociedad Anónima (Zabrisa).

Al inicio se dedicaban a la venta de focos, herramientas, pintura, lijas de pared, entre otras cosas. El movimiento del almacén iba viento en popa; con el paso del tiempo captaba cada vez más clientes e incrementaba la variedad de mercadería. Pero no toda la felicidad se quedaba en el almacén, sino que también se trasladaba a la familia. Teresa y Francisco procrearon 6 hijos, de los cuales 5 son mujeres: Narcisa, Jacqueline, Mayra, Abigaíl y Lorena. Raúl es el único varón.  

Teresa asegura que su esposo era una persona muy sabia. Cada cosa que realizaba la hacía mirando hacia el futuro y es por eso que se encargó de enseñar sobre el negocio a todos sus hijos, los puso a trabajar junto a él con el  propósito de que sean ellos  quienes se hicieran cargo de todo.
En 1991 Francisco falleció  de un infarto al corazón, por ello su hija  Abigaíl se hizo cargo del local junto a Teresa, durante varios años; luego tomó la batuta su hija Lorena.

Ella asegura que su padre sabía mucho sobre el negocio y que jamás permitió que ninguno de sus hijos se quedara sin aprender; les enseñaba desde la medida de los clavos hasta cómo realizar una extensión de corriente. Abigaíl asegura que el negocio  ha  mantenido la unión familiar, ya que a pesar de que sus hermanos se dedican a otras actividades, siempre están pendientes de su mamá y del movimiento del local, además en situaciones duras han demostrado la unión que su padre les inculcó. En la actualidad la ferretería se mantiene entre las más conocidas en el centro de la ciudad. Se  caracteriza por la amabilidad y paciencia con la que se trata al cliente. Cuando se requiere levantar algo pesado o abrir el almacén reciben la ayuda de un vecino que está siempre presto a darles una mano. Por las noches  Raúl se encarga de cerrar el local. (I)

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