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El Telégrafo
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El costo de las embarcaciones varía entre los $ 6.500 y $ 10.000

Tras 65 años en el mar, José sigue faenando; ahora en nueva fibra

A sus 70 años, José Vélez todavía pesca. La embarcación, afirma, la dará en los próximos años a sus hijos.
A sus 70 años, José Vélez todavía pesca. La embarcación, afirma, la dará en los próximos años a sus hijos.
Foto: Mario Rodríguez / EL TELÉGRAFO
07 de febrero de 2017 - 00:00 - Redacción Regional Manabí

Jaramijó.-

Con cinco años, José Vélez empezó en el mundo de la pesca. Era inicio de los 50, cuando las lanchas no eran de fibra y estaban compuestas por una sola pieza. “Se cogía un árbol grande y se les hacía un hueco en medio, se les daba forma, lijaba, pintaba y quedaban listas”, cuenta este hombre, que en la actualidad tiene 70 años.

Comenta que el mar ha sido bueno con él, que no ha tenido grandes accidentes y solo le han robado una vez. “Fue como hace 5 años, en Santa Rosa (Santa Elena). Se nos llevaron el motor, satélite, la radio, todo ‘marchó’. Por suerte no se dieron cuenta de que había otro motor y con ese llegamos a tierra. Fue una experiencia muy fea”.

José, quien fue capitán de un barco sardinero, está consciente de que le queda poco tiempo en el mar, debido a que por su edad ya no podrá renovar su licencia para pescar. Pero en sus últimos años de trabajo lo hará en una lancha flamante, ya que con otros pescadores de Jaramijó recibieron 21 fibras nuevas.

La gestión la hicieron a través de la Prefectura de Manabí y el Viceministerio de Pesca y BanEcuador concedió el crédito.

Los costos de las lanchas van entre $ 6.500 y $ 10.000, valor del cual cada pescador solo deberá pagar el 50 %, a un plazo de 4 años.

José, que bautizó su lancha con el nombre de Byron Andrés (como uno de sus nietos), indica que en su nueva embarcación pescará a más de 30 millas de la costa. “Tener esta ayuda es muy bueno para nosotros, ya que ahora nos permitirá salir a trabajar más lejos, porque podemos llevar más gasolina y también más provisiones”.

Picudo, bonito, albacora, entre otras especies de ese tipo son desde ahora el objetivo de este septuagenario y su tripulación, de cinco personas más, entre ellos sus hijos.
Richard Hernández es otro de los pescadores que inició en esta labor desde niño. Ahora, con 45 años, también es beneficiario de una de las lanchas.

La suya, que lleva su mismo nombre, es de las más pequeñas, con un costo de $ 6.500, de los que tendrá que pagar $ 3.250.

Teolina Anchundia, directiva de la Cooperativa de Producción Pesquera Maricultura Artesanal Jaramijó, destacó que este aporte será de gran ayuda para el sustento de los pescadores y sus familias. “Este es un sueño hecho realidad, porque mi esposo (Marco López) y los compañeros pescadores ya tienen lanchas nuevas para trabajar mucho mejor”.

Daniel Carofilis, director de Fomento Productivo de la Prefectura de Manabí, destacó la gestión realizada para que la entrega de las fibras sea una realidad. “Tuvimos complicaciones, pero se logró. Banecuador otorgó el crédito y se pudo ayudar a estas personas, que diariamente exponen su vida por entregarnos productos del mar de buena calidad”.

Clara Zambrano, prefecta encargada de Manabí (Mariano Zambrano está con licencia), hizo un llamado a los faenadores jaramijenses, para que apunten a hacer crecer su productividad. “Ya no solo tienen que pensar como pescadores, sino que deben potenciarse como productores, empresarios. Los pescadores son grandes luchadores”. (I)

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