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El Telégrafo
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La obra estará lista en 18 meses

Hospital de Chone funciona en 3 sitios, en espera del nuevo edificio

El hospital de Bahía de Caráquez atiende a personas derivadas de localidades como Pedernales, Jama, San Vicente y Sucre.
El hospital de Bahía de Caráquez atiende a personas derivadas de localidades como Pedernales, Jama, San Vicente y Sucre.
Foto: Rodolfo Párraga / El Telégrafo
24 de noviembre de 2016 - 00:00 - Redacción Regional Manabí

Las banderas de Ecuador y China flamean en el ingreso de los terrenos del hospital Dr. Napoleón Dávila Córdova, de Chone, desde el viernes pasado. Ese día, los presidentes de ambos países, Rafael Correa y Xi Jinping, en su orden, participaron vía microonda en el inicio de la reconstrucción de esta casa de salud que colapsó con el terremoto del 16 de abril y posteriormente fue demolida.

La nación asiática financiará la reconstrucción de este hospital, cuyo monto de inversión bordea los $ 55 millones, con todo el equipamiento. En el lote ya hay movimiento. La empresa China CAMC Engineering Co. Ltd está a cargo de su construcción.

La obra estará lista en 18 meses. Va a ser construida con aporte de un préstamo no reembolsable del Gobierno chino. “Este apoyo al Ministerio de Salud Pública (MSP) es fundamental, sobre todo para este hospital que va a ser entregado nuevo, con toda la tecnología de punta que se tiene a nivel mundial. Contará con 120 camas, antes había 136. Bajará el número, pero no será ningún problema, ya que siempre tuvimos una ocupación de cama máxima del 70%”, manifiesta Benhur Rodriguez, gerente del hospital.

Actualmente, la atención en el centro hospitalario se dividió en tres lugares. En el sector Los Naranjos se levanta el hospital móvil, con carpas y contenedores; todas las áreas están climatizadas y conectadas a internet. “Tenemos los mismos servicios, sin ningún problema”. Ahora hay 72 camas censables y 11 no censables. “Estamos con todos los servicios, incluido el de cuidados intensivos”, acota.

En el edificio Becker, en el centro de Chone, funciona el área de Rehabilitación Física, en la planta baja; además la toma de muestras para laboratorio; en el mezzanine está el laboratorio clínico central para atender a los usuarios que llegan de subcentros o centros de salud; y en el piso alto el área administrativa.

La otra parte, que es el área de alimentación, esterilización y lavandería, está en el espacio que no colapsó del nosocomio y pasará pronto al sector de Los Naranjos. Será instalada en un campamento desmontable que estaba en la Sopladora. El gerente señala que el equipo de trabajadores se mantiene con  489 personas.

“Mantenemos Triaje, Emergencia, Hospitalización, Farmacia, Estadística y Laboratorio, las 24 horas, solo Consulta Externa y Rehabilitación Física es de lunes a viernes. Los turnos siguen siendo agendados, tenemos call center”, señala Rodríguez.   

Recuerda que con el terremoto hubo una pérdida de alrededor de 8.66% del equipamiento, entre camas, algún equipo de rayos X, ventiladores en UCI y otros mobiliarios. “Eso suma $ 600.000”. El total de los bienes del hospital es de $ 7’800.000 en los inventarios.

El 16 de abril había 80 pacientes y 80 personas trabajando. Se evacuó a todos. En el patio del hospital se armaron carpas. Allí estuvieron hasta el 27 de abril, cuando pasaron a la plazoleta Elio Santos, con nuevas carpas. Desde el 20 de junio están en las inmediaciones de Los Naranjos, donde había un hospital móvil de una ONG, que se retiró y donó las carpas para que funcionase la atención de la casa de salud.

“Contamos con un hospital funcional con las limitaciones que se tienen ahí, entre ellas el piso es de tierra”. Indica que el Comité de la Reconstrucción  ya designó a Ecuador Estratégico para que hiciera los senderos y las obras que falten.

Este es un hospital de referencia en la microrred, que abarca Flavio Alfaro, Junín, Bolívar, Tosagua y Chone. “Hemos recibido pacientes de otras partes del país, aun ahora, en la contingencia, fueron referidos pacientes de Manta”.

La usuaria Gissela Solórzano indica que la atención en el hospital móvil es buena. Estuvo ingresada dos días por un dolor abdominal. Lo mismo refiere María Aveiga, de San Isidro, adulta mayor que llegó para hacerse un electrocardiograma y también salió satisfecha, como lo destaca su nieta, Miriam Posligua. Estos criterios también los corroboran Noé Ponce y Ramón Napa.

La acreditación se mantiene

En diciembre de 2015, la organización Accreditation Canada International confirió al hospital de Chone la acreditación como un hospital de calidad en atención al paciente y seguridad.  Esa refrendación iba a ser entregada el 18 de abril, pero por el terremoto no pudo darse.

“La acreditadora vino a revisar si sosteníamos o no los procesos de calidad porque la acreditación es por proceso, no por edificios o infraestructura, y terminó ratificando que el hospital es de alta calidad en atención a los pacientes”, señala el gerente Rodríguez.

Expresa que en un documento que emitieron les indican que debe ser  tomado como ejemplo y que debe difundirse lo que se ha hecho en el hospital luego del 16-A a nivel internacional.

La placa de la acreditación la tiene el MSP y va a ser entregada en los próximos días por la Ministra. “Somos el único hospital acreditado en Hispanoamérica, en las condiciones que estamos”.     

Marco Guerrero, director asistencial, menciona que se está prestando atención en calidad y seguridad. “La ciudadanía nunca perdió el valor ni la fe en que somos un hospital de segundo nivel. Confía en nuestro trabajo. Vamos subiendo las cifras; ahora tenemos 100 nacimientos por mes y antes del terremoto 150”. (I)

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Entidad funciona en la escuela de guías penitenciarios

El nosocomio de Bahía de Caráquez sería construido en un terreno diferente

Hace dos meses, personas de China llegaron a las inmediaciones donde funciona desde abril el hospital Miguel Hilario Alcívar, en Bahía de Caráquez. Ellos observaron la infraestructura que colapsó con el terremoto para ayudar posteriormente. Pero al personal de la casa de salud aún no le han informado sobre la reconstrucción.   

Judith Barberán, directora asistencial del sanatorio, recuerda la visita del personal chino. Ella está a la espera de la notificación oficial.

La atención del hospital es brindada en las inmediaciones de la Escuela de guías Penitenciarios. La edificación, que colapsó el 16 de abril y que luego fue evacuada, aún no ha sido demolida.

“Por medio de la Secretaría de Reconstrucción sabemos que va a ser derrumbada, conocemos que piensan levantar el hospital en un lugar que aún no está establecido, que sería frente a la terminal terrestre, pero como MSP no podemos dar ninguna versión oficial”.

Al momento la casa médica móvil cuenta con 72 camas censables y aparte las 10 de emergencia y 10 de neonatología. “Estamos brindando atención a toda la zona norte de Manabí que cuenta con aproximadamente 150.000 habitantes, porque incluimos los cantones Pedernales, Jama, San Vicente y Sucre, que son nuestras áreas de influencia”.

También llegan pacientes de Calceta y Tosagua. “Por eso fue nuestro apuro de levantarnos el mismo día del terremoto, porque nosotros sabíamos cuál era nuestra responsabilidad y los pacientes que debíamos recibir”. En el campamento se cuenta con todas las especialidades que había en el hospital colapsado. “Gracias al talento humano ha fluido todo de buena manera,  tenemos muchas falencias, que las hemos ido afrontando a medida que va pasando el tiempo. Nuestro presupuesto no estaba para afrontar un sismo, entonces hemos gastado más. El Gobierno ha ayudado mucho en los proyectos de emergencia”.

Hay  atención en reumatología, dermatología, infectología, nefrología, medicina interna, cirugía general, cirugía plástica y reconstructiva, cirugía maxilofacial, urología, pediatría, neonatología, anestesiología, ginecología, fisiatría y cuidados intensivos.

Por día alrededor de 250 pacientes se asisten, además se hacen 10 cirugías y se atienden tres partos y una cesárea.

En los 30 años que tiene el hospital, nunca había contado con un  profesional en neonatología y ahora ya lo hay. Rolando Gras, médico pediatra, expresa que la afluencia de pacientes es normal. “Todo ha tomado su normalidad, nos mantenemos con 11 niños hospitalizados en pediatría; hay sala de neonatología básica, donde internamos a todos los bebés de 28 días con alteraciones”.

La ciudadana Mirtha Franco expresa que pese a las incomodidades, se mantiene la buena atención.  

María Campos, de Guayaquil, explica que su hijo ha recibido todas las atenciones. “Él está internado aquí en Bahía luego de estar en una competencia de caballos, donde se cayó y se lesionó la pierna”. (I)

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